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viernes, 5 de agosto de 2016

España


RAJOY LUCHA PARA LOGRAR LA FORMACIÓN DE GOBIERNO EN ESPAÑA Y PARECE QUE LO ESTARÍA LOGRANDO
Quiere evitar la convocación a una tercera elección
El Gobierno español está trabajando en un nuevo plan de recortes en la administración como parte de la negociación que mantienen el PP y Ciudadanos para facilitar la investidura de Mariano Rajoy. Esta sería la segunda revisión del programa de reforma de la administración pública tras la que se aprobó en la anterior legislatura. “Sabemos que a Ciudadanos este tema les interesa mucho”, reconoció la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría tras el Consejo de Ministros.
“Buscamos racionalización y ahorro”, apuntó Santamaría, que ya fue la responsable de coordinar la anterior ley que se aprobó en 2013 y que, según el balance que hizo Moncloa en junio, ha permitido ahorrar 31.000 millones de euros
El segundo plan de recortes podría afectar a las Diputaciones Provinciales, organismo del que Ciudadanos vienen planteándose su utilidad desde la campaña electoral del 20 D. Solo el PP defendía entonces su continuidad, acusando al resto de formaciones de querer cerrar los pueblos o dejarlos huérfanos de los servicios que ofrecen estos organismos.
El PSOE y Ciudadanos acordaron su supresión y sustitución por Consejos de alcaldes en el pacto poselectoral que firmaron Pedro Sánchez (PSOE) y Albert Rivera y ahora parece que el Partido Popular habría cambiado de opinión y estaría trabajando en una reforma para satisfacer las exigencias de C’s. Cambiarles el nombre, quitarles carga política, reducir sus gastos y mejorar la prestación de los servicios serían algunos de los puntos que se están estudiando.
Soraya Sáenz de Santamaría apunta que el Ejecutivo es “prudente” sobre las negociaciones con C’s, aunque reconoce también que hay “muchos puntos” en los que ambos partidos pueden entenderse. La vicepresidenta ha señalado que están muy centrados en procurar que esas negociaciones “avancen a buen ritmo” en temas cruciales y urgentes para España, pero también en los grandes principios.
”Entiendo las diferencias ideológicas de cada partido, pero los partidos constitucionalistas y moderados que hemos tenido o que aspiran a tener responsabilidades de gobierno tenemos que ser capaces de entendernos en un momento de gran necesidad”, ha dicho haciendo un nuevo llamamiento al PSOE para pedirle que cambie de opinión y acepte abstenerse en la investidura.

La más larga caminata empieza siempre con el primer paso”. Con esta frase Mariano Rajoy resumió la reunión, de algo más de una hora, que sostuvo con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera.

Por primera vez el presidente en funciones parecía sentirse optimista y aseguró ver la luz al final del túnel. Si el martes salió de su reunión con Pedro Sánchez como entró, ayer su conversación con el líder de Ciudadanos tuvo un tono bien distinto.
Bien es cierto que Rivera no se comprometió a más de lo que ya había dicho en su momento respecto a la investidura: los diputados de Ciudadanos se abstendrán. Pero añadió –y esa es la novedad con la que acabó el día– que está dispuesto a negociar los presupuestos y el techo de gasto en cuanto haya gobierno.
Lo cierto es que los miembros del comité de dirección del Partido Popular –con el que se reunió ayer Rajoy, después de ver a Rivera, y antes de reunirse con el Rey en el despacho oficial– explicaban que “no sabemos muy bien por qué, pero parece que la cosa está mejor”.
Ahora hay algo para negociar
Puede ser que Rajoy se conforme con poco: “Por lo menos hoy me voy de aquí sabiendo que puedo negociar algo. Ayer no”, declaró aunque admitió que “nadie dijo que iba a ser fácil”. Lo que se puede negociar, según su versión de la reunión, es “lo urgente”, el cumplimiento del objetivo de estabilidad y deuda, el techo de gasto, presupuestos y medidas para cumplir la nueva senda de déficit para lo cual Rajoy y Rivera han abierto un cauce permanente de comunicación que confirmó por su parte el presidente de Ciudadanos aun con algunos matices.
Rivera aseguró que su partido no negociará un acuerdo programático, porque no va a votar que sí. Su versión de lo acordado es intercambiar información y datos económicos para poder aprobar e techo de gasto en cuanto haya investidura. Este simple gesto de Rivera es lo que le permite a Rajoy ser optimista, porque si coinciden en que los presupuestos deberían presentarse en plazo, antes del 1 de otubre, significa para Rajoy que “hay voluntad para que haya investidura”.
Rivera y Rajoy negociarán en directo, sin equipos de por medio. Ambos tienen, más allá de los objetivos acordados ayer una meta común: persuadir al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez para que abandone su negativa a dar su apoyo por activa –votando a favor– o por pasiva –absteniéndose– a la investidura.
Si eso no ocurre la única alternativa son terceras elecciones, y eso, para Rajoy sería “una vergüenza”, y para Rivera, utilizando palabras muy similares a las que pronunció Rajoy el martes, sería una barbaridad que dañaría la imagen exterior de España.
Rivera en esta cuestión fue taxativo. “Si el voto del PSOE es no, no y no, estaremos en el bloqueo y con elecciones cada equis tiempo”. Por eso, aunque Rivera reiteró que no va a votar a favor de la investidura de Rajoy, lo que plantea es que el presidente del PP consiga doblegar a Pedro Sánchez “por el bien de España”, no por el de ellos.
Rivera se suma a la presión sobre el líder socialista y, al menos ayer pareció haber abandonado su idea de apartar a Rajoy del Gobierno para facilitar un pacto con los populares. “Es el candidato propuesto por el Rey, y por lealtad institucional hay que intentar que este país se ponga en marcha. La propuesta del Rey es clara y hay que intentar que haya una investidura”.
De forma recíproca, Rajoy puso en valor el apoyo de Ciudadanos, que hasta ahora el PP despreciaba por no ser vital ya que ni su abstención ni su voto a favor bastan para que Rajoy sea presidente. “Si el PSOE vota no, no habrá investidura, y si Ciudadanos no colabora será muy difícil que haya un gobierno con un mínimo de estabilidad”. Ese es el papel que otorga a Ciudadanos, y Rivera parece aceptarlo: Si hay legislatura habrá un partido importante en la oposición que se va a responsabilizar de los grandes asuntos de España, desde la economía, hasta dar respuesta al desafío soberanista en Catalunya.
Lo que no desveló ayer tampoco Rajoy fue si irá a la investidura sea cual sea el resultado de estas negociaciones. El líder del PP insistió en que su estrategia no es ir a terceras elecciones. Su primer objetivo es evitarlas, pero por eso cree que no quiere que su investidura sea “el primer discurso de una campaña electoral”. Ciudadanos, sin embargo, no prevé otra posibilidad. Rivera no le pidió fecha “pero si pedimos certidumbre y estabilidad institucional, y para eso tiene que haber investidura”. Se atrevió incluso a hablar de finales de agosto y primeros de septiembre como fecha idónea, para poder cumplir los compromisos económicos.
El tablero
PP
Rajoy ve por primera vez a un partido, Ciudadanos, que está dispuesto a negociar con él los presupuestos y darle estabilidad a un futuro gobierno, en asuntos de Estado
PSOE
Se mantiene en el no, y no hay indicio de que pueda cambiar. Se congratula, tras la reunión de Rivera y Rajoy de que el presidente del PP le haya hecho caso y negocie ya con la derecha
CIUDADANOS
Continúa en la abstención y no cambiará al sí, pero se ha comprometido con Rajoy a negociar en el futuro los grandes asuntos de España, desde los presupuestos al problema catalán.




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