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viernes, 19 de diciembre de 2014

CUBA-LA HISTORIA 

CUBA-EE UU
CERRANDO EL PRIMER CÍRCULO

"Que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba" (Papa Juan Pablo II, La Habana  21 de enero de 1998)".


 Por Martín Poblete

En el conflictivo año  de 1960, las relaciones entre el gobierno de los Estados Unidos y el régimen revolucionario cubano liderado por Fidel Castro, fueron empeorando en un curso de gradual fatalidad. La llegada a Cuba del Primer Ministro Alterno de la Unión Soviética, Anastas Mikoyan, un veterano bolchevique de tiempos revolucionarios, el 4 de febrero de 1960 recibió una lectura hostil en Washington conducente al rechazo de la nota diplomática cubana del 29 de febrero.

El empeoramiento de las relaciones se aceleró a partir del  7 de junio 1960, cuando las refinadoras petroleras Esso, Texaco, y la británica Shell rehusaron refinar petróleo crudo de procedencia rusa; el gobierno cubano respondió nacionalizando las tres refinerías  el 28 de junio.  El 3 de julio el Congreso de Estados Unidos autorizó cancelar la compra de las 700.000 toneladas de azúcar pendientes de la cuota anual comprada en Cuba, actuando con base en la decisión del Congreso, el Presidente Eisenhower canceló la compra del remanente en la cuota de azúcar el 7 de julio; el régimen cubano respondió nacionalizando todas las empresas agroindustriales propiedad de estadounidenses el 6 de agosto, ampliando la expropiación a todos los bancos americanos en Cuba el 17 de septiembre. 


En un discurso Fidel Castro dijo el 16 de abril de 1961:
 Después de rigurosos análisis e intercambios, el
 presidente Dwight  Eisenhower decidió destruir
 a la Revolución Cubana. El instrumento fundamental del 
tenebroso plan era el bloqueo económico a Cuba, 
al que la literatura política del imperio califica
 con el término anodino y casi piadoso de “embargo”. 
En un giro diplomático y político de la situación, hablando ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 26 de septiembre, Fidel Castro fue duramente crítico de las políticas de los Estados Unidos hacia Cuba, en un largo discurso aplaudido por Nikita Kruschev presente en la Asamblea.   Otra variable fue la declaración del Departamento de Estado del 30 de septiembre, advirtiendo a sus ciudadanos contra viajes a Cuba, y urgiendo a los americanos residentes en la isla a enviar sus mujeres y dependientes de vuelta a casa.

Uno de los golpes definitivos en el desarrollo de la crisis llegó el 19 de octubre de 1960, cuando el gobierno del Presidente Dwight Eisenhower impuso un embargo comercial y financiero a Cuba, prohibiendo todas las exportaciones excepto alimentos y medicinas.   Este factor de la relación bilateral americano-cubana continúa vigente, reforzado por el Acta por la Democracia y la Libertad en Cuba, patrocinada por el Senador Republicano Jesse Helms, aprobada en el Congreso de Estados Unidos en marzo de 1995 y luego firmada por el Presidente Bill Clinton; esta legislación marcada por un proyecto buscando micromanejar el desarrollo de las relaciones con Cuba, imponiendo numerosas condiciones y exigencias de estricto cumplimiento, traslada al Congreso la autoridad antes presidencial para decidir sobre continuidad o fin del embargo.

Interesado en su reelección, buscando complacer al electorado del Estado de Florida especialmente los cubano-americanos, el Presidente Clinton cometió el gravísimo error de abdicar su autoridad presidencial, dejando en manos del Congreso el destino del embargo comercial y financiero.

Hacia fines de 1960, la diplomacia entre Estados Unidos y Cuba había entrado en crisis terminal.   En un discurso el 2 de enero de 1961,Fidel Castro exigió la reducción del personal de la Embajada de Estados Unidos, pretendiendo dejarla reducida a dimensiones consideradas ridículas por el gobierno americano.    El 3 de enero de 1961  se anunció en Washington la suspensión de relaciones diplomáticas con Cuba, mantenida sin mayores alteraciones hasta abril de 1977 cuando el gobierno del Presidente Jimmy Carter propuso un cambio de potencial significativo, la apertura de Secciones de Interés de los Estados Unidos en Cuba  adscrita a la Embajada Suiza en Washington y a la Embajada de la entonces Checoeslovaquia; la propuesta fue aceptada y en septiembre de 1977 se produjo el intercambio de Jefes de la respectiva Sección de Interés  con rango de embajadores, Wayne S. Smith en La Habana y Ramón Sánchez Parodi en Washington.  Parecía promisorio, pero la entrada de Cuba en la guerra civil de Angola, bajo los designios de la Unión Soviética, derrumbó  las perspectivas, de todas maneras se mantuvo la formalidad, en algunas circunstancias fue útil.

Habrían de pasar treinta y siete años para llegar a cambiar sustancialmente la situación.   El miércoles 17 de diciembre, en anuncio conjunto en La Habana y Washington DC, Raúl Castro y el Presidente Barack Obama daban por terminados cincuenta y tres años de confrontaciones y mutuos rechazos al informar de la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambos países, intercambio de delegaciones encabezadas por funcionarios de alto nivel para negociar los detalles, y algunas decisiones importantes.   El Presidente Obama, si bien consciente de las limitaciones impuestas en el Acta  por la Democracia y la Libertad en Cuba, actuando en el ejercicio de su autoridad presidencial  anunció permisos a bancos americanos para operar con bancos cubanos, autorización a ciudadanos americanos para usar tarjetas de crédito y débito en Cuba, duplicación de los montos límites de las remitencias en dólares desde Estados Unidos a Cuba,  ampliación de las categorías de personas autorizadas a viajar a Cuba,  autorización a las empresas del sector agroindustrial para negociar ventas de alimentos y equipos agrícolas, intercambio de prisioneros designados por ambos gobiernos en el rango de  espionaje y actividades tangenciales. Estas medidas son importantes, implican  cambios creando una nueva realidad y un nuevo marco en la relación bilateral. El gobierno cubano, al liberar a cincuenta y tres prisioneros políticos   y aceptar futura supervisión de Naciones Unidas y de la Cruz Roja Suiza, reconoció la existencia del presidio político.

Ahora viene la implementación, los problemas estarán predeciblemente mas en los Estados Unidos que en Cuba.   En enero de 2015 asume un Congreso controlado por el Partido Republicano en ambas cámaras, los líderes de ese partido se han manifestado duramente críticos del Presidente Obama y su normalización de relaciones diplomáticas con Cuba; uno de esos líderes, el Senador Marco Rubio del Estado de Florida, hijo de exiliados políticos cubanos, está en línea para el cargo de  Presidente del Subcomité del Hemisferio Occidental / Chairman, US Senate Western Hemisphere Subcommitee , tendrá a su cargo  las audiencias en la designación del primer Embajador en Cuba en mas de cincuenta y tres años.

Iglesia y Papa Francisco



Al hacer el anuncio simultáneo, ambos gobernantes Raúl Castro y Barack Obama, tuvieron palabras de agradecimiento por la participación del Papa Francisco, en las negociaciones confidenciales conducentes a la normalización de relaciones diplomáticas.  Después de recibir al Presidente Obama en la Santa Sede el pasado marzo, el Papa Francisco dirigió cartas personales a los dos gobernantes instándolos a perseverar en las negociaciones en la perspectiva de generar cambios en tan prolongado extrañamiento.

Simultáneamente, la diplomacia vaticana, por intermedio del Secretario de Estado de la Santa Sede Cardenal Pietro Parolin, había iniciado contactos confidenciales con el Embajador americano Kenneth Hackett, mientras se articulaban con el mismo propósito varias  visitas de miembros de la Jerarquía eclesiástica  a La Habana.  En este marco tuvo singular importancia la figura del Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega, quien tuvo una primera reunión con el Papa Francisco para tratar el tema  en  noviembre  de 2013. Mientras eso sucedía en Roma, las partes a las negociaciones acordaron aceptar la oferta del gobierno de Canadá de reunirse en ese país por razones de seguridad y confidencialidad.   
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En el curso de las tratativas, el Cardenal Ortega volvió a reunirse con el Papa Francisco el 5 de abril de 2014; en este contexto, el Papa designó al Cardenal Ortega su representante personal en las festividades  del 350 aniversario de la primera diócesis en Norteamérica fuera de México, la de Notre Dame de Quebec, dando al Cardenal Ortega  la excusa perfecta justificando varios viajes entre  La Habana y Canadá, celebró misa en la Catedral de Notre Dame de Quebec el 14 de septiembre, habló ante la Conferencia de Obispos de Canada reunida en asamblea, y bajo los discretos auspicios del Arzobispo de Quebec conversó con altos cargos de la diplomacia canadiense,  luego de breve estadía en La Habana viajó a Roma  reuniéndose con el Papa Francisco el 3 de octubre pasado.

En otra dimensión, el Arzobispo Kurtz, Presidente de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos, se reunió con el Presidente Obama el miércoles 17 en la Casa Blanca, un poco antes del anuncio.   Según venga la mano con los líderes republicanos, los obispos y su aparato institucional podrían tener un rol significativo en impulsar la normalización diplomática anunciada por el Presidente Obama.


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