KRADIARIO

COLUMNA SEMANAL DE PSICOLOGÍA FAMILIAR

LAS VUELTAS DE LA VIDA

Por Jessika Krohne

www.psicologiaglobal.cl

Todos sabemos y nos hemos dado cuenta, como la tecnología ha invadido nuestro mundo. Vemos a los adolescentes 24 horas con sus smartphones jugando y "comunicándose"  con sus amigos. Ya no hablan, ya no usan el tan importante lenguaje no verbal ni los gestos. La forma de como los adolescentes hablan en la actualidad es muy diferente a como lo hacíamos nosotros a su edad. Para ellos puede parecer algo muy normal, para nuestros ojos puede parecer hasta amenazante y peligroso.

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Observando este fenómeno me pregunto cómo los adolecentes sobrevivirán después en el mundo laboral, cuando tengan que discutir con sus jefes o en una reunión con sus colegas. También me pregunto cómo lo harán en una relación de pareja, cuando haya que conversar sobre distintos asuntos y problemas y donde la comunicación es la herramienta más importante para entenderse en una relación conyugal..

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¿Qué pasara con estos jóvenes que simplemente no saben conversar, porque nunca lo han aprendido?

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Cuando percibo esos fenómenos solo pienso que puede existir una solución: el retroceso de estas costumbres sociológicas a la que estamos insertas. Esta sociedad no puede seguir avanzando, en algún momento tiene que haber un estancamiento, una detención y porque no decirlo, un retroceso de estos fenómenos culturales.

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Como adultos tenemos el deber de enseñarles a comunicar a nuestros hijos y adolescentes que nos rodean, ya que la comunicación es el elemento de supervivencia más importante del ser humanos y que nos hace distinguirnos y diferenciarnos de otros seres vivos. Es la comunicación la que nos ha llevado a desarrollarnos más que los otros seres vivos y nos ha permitido construir las sociedades y diferentes culturas que tenemos.

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Gracias a la comunicación y la escritura podemos saber cómo vivían los seres más primitivos hace miles de años y hemos podido aprender de ellos.

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La comunicación, el lenguaje y la escritura nos ha permitido hacer historia. Justamente eso tenemos que mostrarle a nuestros hijos para que aprendan a valorar más lo que es la comunicación cara a cara, el lenguaje, la escritura y todo lo que hemos obtenido y sembrado a lo largo de los años, lo que se está perdiendo con la tecnología y la "nueva" forma de comunicarse de los adolescentes.