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viernes, 20 de mayo de 2011

La maternidad y sus efectos negativos en la mujer


Por Jessika Krohne
www.psicologiaglobal.cl


En todas las sociedades del mundo tener un hijo es un acontecimiento acompañado de mucha felicidad y alegría, de esperanza y prosperidad para la familia, donde todas las personas cercanas a la mujer, que se está convirtiendo en madre, la celebran en ese momento tan íntimo. Sin embargo, esa condición no carece para ella de dudas e inseguridades, miedo, cansancio y porque no decir también estados de tristeza.

A eso se suma, que todas las revistas, la publicidad y las películas hollywoodenses describen este evento como un momento pleno y lleno de felicidad, donde la mujer después de haber parido tiene la misma talla de antes de quedar embarazada y las secuelas del parto, ya sea a través de una cesárea o parto normal, parecen haber desaparecido.

La sociedad y la publicidad no perciben los dolores después del parto, la posible depresión postparto, los cambios hormonales y la nueva vida a la que se verá enfrentada una pareja y especialmente la mujer que debe acercarse, encariñarse y cuidar a una criatura que recién se conoce y aceptar todos estos cambios. En estos "cuentos de hadas" y spots publicitarios, la leche fluye sin ninguna dificultad, amamantar es indoloro y la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluso recomienda amamantar dos años seguidos y ojalá los primeros meses a "libre demanda", sin pensar en los efectos psicológicos que eso  le pueda traer a la mujer y a su bienestar, al verse privada de libertad y apartada de su vida “normal”.

Según lo que piensa la gran mayoría esta etapa de amamantamiento debería ser de plena, feliz y dichosa,con la cual la mujer madre debiera estar agradecida que todo haya salido bien y el bebé esté sanito. Sin embargo, contrariamente a esto, la mujer padece un tremendo sentimiento de culpa.

Los abuelos, tíos y amigos son los más contentos de todos. Sacan fotos de este acontecimiento y no entienden que la madre recién parida esté con ojeras y un poco cansada. Todos dan consejos, son expertos del tema y saben mejor que la madre todo lo que está pasando. “El niño tiene hambre….tiene frío….no está mamando bien. …está con sueño ….está incómodo…. pero ¿cómo se siente la madre?

Nosotros vivimos en un mundo, donde la natalidad es algo positivo para la sociedad y el país; y con cada nacimiento se vive un festejo. Es más, se mira con mucha extrañeza a una mujer que no quiere tener hijos y cuando una pareja no puede tener, hay múltiples lugares de ayuda y tratamientos para lograr lo que la cultura prescribe. Tener uno, dos y ojalá más hijos. Pero poco se estudia acerca de la otra parte de este proceso, desde el punto de vista de la madre y todo lo que implica el proceso de la maternidad desde el momento de la concepción.

El obstetra argentino Mario Sebastiani, que ha analizado este fenómeno tras presenciar múltiples partos dice que “por gestar, la mujer tiene una infinidad de daños colaterales que son minimizados socialmente. La nueva vida después del parto se convierte en visitas, consejos de “expertos”, inseguridades, poco descanso y varios meses sin poder dormir de corrido por lo menos tres horas consecutivas".

Sebastiani ha  publicado tres libros, el último titulado “Lo que nadie te contó del embarazo y del postparto”, que reflexiona acerca del proceso por el cual pasan las mujeres en forma silenciosa en distintas partes del mundo.

Además, este tiempo está invadido por la soledad y poca comprensión por parte de los familiares, amigos y personas cercanas por no empatizar con la nueva madre. Las mujeres en esta etapa se sienten realmente “secuestradas” sin poder salir y arrancar de este momento.

Estamos en el siglo XXI, pero no ha cambiado mucho el concepto de mediados del siglo pasado y antepasado, donde la única función de la mujer era parir y criar sola a los pequeños, sin tener mucha ayuda del marido, a quien se le acercaba el pequeño muchas veces recién al año, ni de otros familiares, especialmente si pertenecía a una clase social más baja. Ese concepto de mujer como fábrica de criaturas, justamente nace a partir de las dos guerras mundiales, donde había que traer una cantidad muy grande de niños al mundo para poder suplir a los soldados muertos en los campos de batalla. En esa época, la anticoncepción no era un tema y empezó a aparecer recién en los años 70 del siglo pasado y solamente en los países más avanzados.

El destacado médico argentino se refiere también a las consecuencias devastadoras a la que se someterá el cuerpo con un embarazo, aumentando el útero a un tamaño hasta mil veces mayor que su tamaño normal, elevándose la presión arterial un 22 por ciento y multiplicándose muchas hormonas en el cuerpo. Critica también el consejo de la OMS, de amamantar dos años seguidos. Sebastiano agrega que en eso, no se debería considerar todo el mundo sino que solamente los países del tercero y cuarto mundo y el apego, que según diversas instituciones también se favorece con la lactancia, se puede lograr igualmente de otras maneras entre la madre y el hijo.

Si bien, Sebastiani presenta la experiencia de la paternidad como algo bastante negativo, creo que hay cosas de este científico que hay que destacar y si bien hay muchas cosas bonitas que envuelven esta experiencia de tener hijos, también es muy válido tener la opinión que hoy en día tienen muchas parejas, de pasarlo bien primero, trabajar, estudiar y viajar y de ahí dedicar el tiempo a tener hijos.

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