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lunes, 21 de marzo de 2011

Hay desacuerdos en la coalición militar contra Libia - EE UU dejaría el comando militar - Hay también inseguridad en la Unión Europea - Se desconoce la actual posición de la Liga Árabe

Incierta se ha vuelto la situación de las acciones militares aliadas contra Libia tras el inicio de los ataques el sábado, al conocerse hoy que podría producirse una retirada o relevo de Estados Unidos de las operaciones directas, pero manteniendo su condición de estado integrante de la coalición.

En Washington se adelantó que EEUU cederá en los próximos días el liderazgo de la operación a un comandante de la coalición aliada, aunque falta todavía por afinar los detalles.

Así lo dio a entender al menos el secretario de defensa de EE UU, Robert Gates, quien intentó poner en claro los objetivos concretos de la “Odisea del Amanecer”, que aparentemente habría perdido el objetivo central de protección de la población civil. En este punto se mostró en contra de una operación que tenga como blanco a Gadafi. “Sería insensato matar al líder libio”, advirtió.

"Si comenzamos a añadir objetivos adicionales creo que crearemos un problema", señaló Gates, adelantando al mismo tiempo que EE UU cederá el liderazgo de la operación a una coalición encabezada probablemente por Francia, Gran Bretaña o la OTAN.



Roberto Gates
 "Continuaremos respaldando la coalición, seremos un miembro de la coalición, tendremos un papel militar en la coalición pero no tendremos el papel principal", insistió.

Sobre esto mismo opinó también el director del Personal Conjunto en el Pentágono, William Gortney: “No estamos persiguiendo a Gadafi” dijo en forma enfática y asegurando además que las fuerzas del líder libio están cada vez más aisladas y confusas.

Califican de efectiva operación militar aliada

Gortney, por su parte, añadió que la operación aliada lanzada por EE UU, Gran Bretaña y Francia ha sido "muy efectiva" y ha disminuido "significativamente" la capacidad aérea del régimen de Gadafi. Aseguró que el total de misiles de crucero Tomahawk lanzados ayer por EE UU y Gran Bretaña alcanzó los 124 y confirmó el ataque de EE UU contra la base aérea libia de Ghardabiya.

Hizo hincapié por lo demás en que la campaña militar en marcha es un "esfuerzo internacional" cuyo objetivo es implementar la resolución aprobada el jueves pasado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que impuso una zona de exclusión aérea sobre el país norafricano.

España, Dinamarca y Qatar se han sumado también a la operación y dijo esperar que otros países árabes entren a formar parte de la misma aunque no ofreció detalles concretos.

Los últimos ataques aliados destruyeron un edificio del palacio de Gadafi en Trípoli y los bombardeos contra enclaves militares del mandatario libio se repitieron durante la última noche.

Misiles de crucero impactaron en el complejo de Bab al Azizia de Gadafi en Trípoli. No se sabe dónde se encontraba el líder libio en ese momento. La cadena de TV estadounidenses ABC señaló que  el ataque no fue dirigido por fuerzas de EE UU.

Civiles Muertos en Libia por los ataques

Los bombardeos aliados sobre territorio libio han dejado un saldo de al menos 64 muertos, según un nuevo balance procedente de fuentes médicas oficiales, que precisaron que el aumento se debe al fallecimiento de heridos.  Horas antes, el Ejército libio informó de 48 muertos y 150 heridos, todos ellos a causa de los ataques contra "zonas civiles" de Trípoli, Sirte, Benghazi, Misrata y Zuwara.

"La gente ha muerto a causa de sus heridas, y por ello el balance de fallecidos ha aumentado", indicó a la agencia Reuters un responsable médico bajo condición de anonimato. El nuevo balance no ha sido verificado por fuentes independientes.

Críticas de la Liga Árabe y Rusia
 El secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, criticó ayer los bombardeos de las fuerzas aliadas en Libia por considerar que no persiguen establecer, como ordenaba la resolución de la ONU, un espacio de exclusión aérea. "Lo que está pasando en Libia difiere del objetivo de imponer un espacio de exclusión aérea", apuntó Musa antes de añadir que lo que los países árabes quieren es "la protección de los civiles no el bombardeo a otros civiles". A su juicio, la protección de la población civil no requiere de operaciones militares.


"Desde el principio nosotros pedimos una zona de exclusión aérea para proteger a los civiles libios", recordó,  quien  anunció que la organización convocará  a una reunión de urgencia para analizar los últimos acontecimientos en Libia.

En la misma línea de la Liga Árabe se ha posicionado Rusia, que se abstuvo en la votación de la resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU. El portavoz del Gobierno ruso, Alexandr Lukashévich, pidió  a la coalición internacional que ponga fin a los ataques no selectivos. Según las informaciones de que Rusia dispone, "en las incursiones aéreas sobre Libia se han realizado ataques contra objetivos no militares en las ciudades de Trípoli, Tarhuna, Maamura y Jmeil", ha denunciado Lukashévich en un comunicado.


Incierta situación de la OTAN y dudas en la UE

Mientras la Unión Europea (UE) aprobó en bloque los ataques contra Libia, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sigue internamente dividida lo que le impide decidir en consenso su participación en la operación “Odisea del Amanecer”.

En Bruselas, la mayoría de ministros de Asuntos Exteriores de la UE defendió "la unidad" en el seno de los 27 países miembros contra el régimen de Muamar Gadafi y ha insistido en que la Liga Árabe mantiene también su apoyo a la intervención de la coalición, lo que había sido puesto en duda tras el subido número de bajas civiles en los primeros ataques contra territorio libio.

El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, estimó que su Gobierno, al abstenerse en el Consejo de Seguridad de participar en la operación militar, ha "actuado bien" después de las críticas a la forma en la que se ha lanzado la operación militar expresadas este domingo por el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa.

Westerwelle hizo hincapié en que hay que ser "muy precavidos" teniendo en cuenta "los riesgos" potenciales para la población civil sobre el terreno y opinó que las críticas de la Liga Árabe constituían "un mensaje importante".

"Creo que tenemos buenas razones", recalcó el ministro alemán, que sin embargo dejó en claro que esta postura no significa que apoyemos al régimen de Gadafi. "Que no participemos no significa que somos neutrales ni que apoyamos a Gadafi", insistió.

Clarificar el papel de la OTAN

La ministra de Exteriores danesa, Lene Espersen, aseguró haber mantenido contacto con un portavoz de la Liga Árabe que le ha garantizado el "total apoyo" del organismo regional con sede en El Cairo.

"Todavía mantienen total apoyo a las decisiones que se tomaron el sábado en París. La Liga Árabe, como el resto de nosotros, está preocupada por si hay bajas civiles, así que hay que centrarse en proteger a los civiles", aseguró.

Subrayó la necesidad de concentrarse en "cumplir" la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad que, entre otros, autoriza a establecer una zona de exclusión aérea y aplicar un embargo de armas para impedir que el régimen de Trípoli continúe bombardeando a su población.

Dinamarca es uno de los países –ya tiene varios aviones F-16 sobrevolando Libia – que insiste en que para hacer cumplir la resolución de la ONU sería un gran apoyo que la OTAN también participe en la intervención.

"Apoyamos mucho que la OTAN desempeñe un papel y que los Estados miembros que todavía tienen algunas preocupaciones sobre la resolución de la ONU se convenzan de que es importante que la OTAN desempeñe un papel, no sólo para garantizar que se cumpla la zona de exclusión aérea sino también en relación con la aplicación del embargo de armas y en la asistencia humanitaria, en la que la OTAN está trabajando ya desde hace un tiempo", explicó la ministra danesa.

Alemania, Turquía y Francia todavía mantienen ciertas reticencias a una participación de la OTAN en un país musulmán como Libia. El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, ha defendido la necesidad de "verificar" el alto el fuego y que las operaciones de la coalición internacional sean "consistentes" con la resolución de la ONU y confía en que los Estados miembros "compartan la carga muy grande de la inmigración ilegal" de ciudadanos que abandonan la región huyendo de los combates. "Rechazamos absolutamente ir más allá de la estricta implementación de la resolución. Es el momento de pasar de una coalición a una coordinación en la OTAN" que, en su opinión, tiene "la capacidad y la experiencia para dirigir" la intervención militar en Libia.

Reclamos de Holanda y Luxemburgo

Los ministros de Asuntos Exteriores holandés y luxemburgués, Uri Rosenthal y Jean Asselborn, respectivamente, han defendido la necesidad de "clarificar" quién hace qué en la intervención en Libia.

El holandés subrayó su deseo de que "se aclaren algunas cosas" para que se tenga claro "quién va a hacer qué, cuándo y cómo en Libia" y también pidió que esperaba que la Liga Árabe participe en la ejecución de la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad.

Asselborn defendió que "hasta ahora no hay señales de que la coalición que está sobre el terreno en el aire haya sobrepasado el mandato". Subrayó también que esperaba que países como Qatar y Emiratos Árabes Unidos participen en la operación.

"Esta operación no es contra el pueblo libio. Al contrario, es para quitarse de encima a alguien que ha bombardeado, torturado y asesinado a su pueblo", insistió el ministro del Exterior de Luxemburgo Jean Asselborn.

Sarkozy organiza una reunión con rebeldes libios en París

Emisarios del Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT) se iban a reunir hoy de nuevo en París con las autoridades francesas, informó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, sin ofrecer mayores detalles.

Francia considera al CNLT un "interlocutor político legítimo". Esta misma versión fue adelantada hoy por el diario francés "Le Parisien". El tema central de la reunión sería abordar con "oficiales franceses de alto rango" el futuro político de Libia.

Francia fue el primer país europeo en reconocer a los rebeldes del CNLT como "representantes legítimos" de su país y en esa primera cita con los opositores anunció la intención del Consejo de enviar un embajador a París y la de Francia de mandar otro a Bengasi de manera transitoria hasta que pueda instalarse en Trípoli.

Según "Le Parisien", los contactos entre las autoridades y el CNLT se han intensificado, y ayer miembros del Consejo telefonearon a fuentes francesas en París para indicarles la posición de las tropas de Gadafi para que fueran bombardeadas por los aliados, información que no ha sido confirmada por las autoridades galas.

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