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lunes, 24 de enero de 2011

Mundo Global: Nuevo atentado terrorista deja 35 muertos en aeropuerto de Moscu

Foto de la agencia rusa Ria Novosti
Como en ocasiones anteriores, el presidente ruso Dmitri Medvédev prometió hoy "perseguir y castigar" a los responsables del atentado que dejó un saldo de 35 muertos y 120 heridos (20 muy graves) ocurrido en la tarde de hoy (hora moscovita) en el principal  aeropuerto internacional de Domodedovo de Moscú. Al mismo tiempo, ordenó al Fiscal General de Rusia y a los ministros de Interior y de Transporte que refuercen la seguridad en el país, declarando el estado de alerta máxima en aeropuertos y estaciones de trenes.

Igualmente el mismo estado de alerta máxima se dio en la red del metro de Moscú, donde, en marzo de 2010, cuarenta personas murieron en otro doble atentado suicida.

A través de su cuenta de Twitter, el jefe del Kremlin se pronunció sobre los atentados, prometiendo reforzar inmediatamente la seguridad y encontrar a los responsables de la masacre. "La seguridad será reforzada en los mayores centros de transporte", escribió Medvedev en Twitter. Y agregó: "Lamentamos las víctimas del ataque terrorista en el aeropuerto Domodédovo. Los responsables serán perseguidos y castigados"

Dmitri Medvédev 
Debido al atentado, Medvedev canceló su visita al Foro Económico de Davos (Suiza). En este evento, él  era uno de los principales expositores.

La explosión, ocurrida a las 16:40 (hora de Moscú)  fue en el sector de arribos de la terminal de Domodedovo. Se cree que fue uno o varios atacantes suicidas que hicieron estallar la carga que llevaban encima. 

Fuentes policiales citadas por la agencia oficial Itar-Tass señalaron que la explosión pudo haber sido causada por uno o varios terroristas suicidas.

El estallido de entre 3 y 10 kilos de trilita, se sintió en todo el aeropuerto y sus alrededores en un momento en que el terminal de llegadas estaba repleto de personas.

El aeropuerto suspendió de inmediato el arribo de varios vuelos internacionales, que fueron desviados a los aeropuertos de Sheremetevo y Vnúkovo. El Domodédovo es uno de los cuatro aeropuertos de Moscú, en el que operan 76 compañías locales y extranjeras,

La historia se repite

Hasta ahora ninguna organización o grupo ha reivindicado el atentedo de hoy en Moscú, aunque expertos en seguridad no dejan de pensar en los terroristas chechenos que el año pasado ya dieron mucho que hablar en Rusia, especialmente en la capital que fue sacudida por varios ataques de este tipo.
 
Los agentes de policía han deducido que la cabeza de un hombre hallada en el lugar de la explosión en Domodédovo sería parte de los restos del terrorista suicida que, de acuerdo con los datos preliminares, se encontraba entre la multitud de los que esperaban a los pasajeros en el momento del estallido, señaló la agencia Ria Novosti de Rusia.

Mientras tanto, el representante del Estado Mayor de Investigación de la tragedia afirmó que “sólo se podrá clasificar el acto terrorista de forma definitiva como realizado por un suicida, tras el correspondiente examen de los hechos.”

A partir de las declaraciones de testigos, la compañía de televisión Vesti comunicó que el terrorista era presuntamente un hombre de apariencia árabe, de entre 30 y 36 años de edad, procedente del Cáucaso del Norte. Al parecer, ante la explosión gritó: “¡Os mataré a todos!”.

Uno de los líderes de la insurgencia caucásica es Doku Umarov, el principal comandante checheno --y autoproclamado 'Emir del Cáucaso Norte'--, quien ha advertido ya varias veces que “la sangre será derramada también en las ciudades rusas”.


Las advertencias pasaron desapercibidas hasta las bombas de Moscú, que Umarov no tardó en adjudicarse. La evolución de Umarov, de rebelde nacionalista a guerrero islamista, es clave para entender la naturaleza de la insurgencia chechena, lo que ha complicado completamente la situación del terrorismo en Rusia. El año pasado, tras los atentado de abril, el diputado Sergei Markov, consejero de Vladimir Putin, actual jefe del gobierno ruso, declaró a la revista Christian Science Monitor que "ya no hay nacionalistas, ahora tenemos un nuevo enemigo: el Islam radical. Nos enfrentamos a una amenaza completamente nueva, una versión caucásica de Hamas”, declaró.

Y es aquí donde entra la conexión más interesante y macabra, la que une a Al Qaeda y los grupos islamistas de las áreas tribales 'Af-Pak' (Afganistán y Pakistán) con los rebeldes chechenos.

El terrorismo en el Cáucaso se proyecto a Moscú  
“Desde siempre ha habido nexos entre 'Af-Pak' y el Cáucaso, especialmente en cuanto a entrenamiento y cooperación táctica se refiere”, aclara Goodrich. Pero el patrón de los ataques —lanzar un ataque 'carnada' para luego golpear en otro lado—es, de acuerdo al periodista Syed Saleem Shahzad, obra de Ilyas Kashmiri, comandante de la Brigada 313 y de Lashkar-al-Zil (Ejército de la Sombra), una milicia de élite organizada por Al-Qaeda.

Shahzad, jefe del Asia Times Online en Pakistán, ha documentado extensamente la insurgencia en las región, y goza de excelentes contactos entre los rebeldes, habiendo entrevistado al mismo Kashmiri un par de veces.

La estrategia observada en Moscú, Daguestán e Ingushetia fue diseñada por Kashmiri e utilizada por primera vez en la Cachemira India, logrando matar a varios coroneles e hiriendo a dos generales indios, algo que el ejército paquistaní no logró hacer en tres guerras.

Al unirse Kashmiri y su Brigada 313 al Lashkar-al-Zil, pasaron a luchar por la visión más globalizada que tiene Al Qaeda de la insurgencia islamista. En ella, la lucha chechena es sólo el inicio de una larga guerra contra Rusia y sus aliados en Asia Central.

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