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martes, 25 de enero de 2011

EE UU y México unidos en guerra contra el crimen - Hillary Clinton alabó a FFAA como la única vía viable en México

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dio un respaldo total a la estrategia del gobierno del presidente Felipe Calderón contra el narcotráfico, y un mes después de que WikiLeaks revelara fuertes críticas de la embajada estadounidense hacia el Ejército mexicano, advirtió que Washington tiene plena confianza en el desempeño de la Secretaría mexicana de la Defensa Nacional.


“Lo que el presidente Felipe Calderón está haciendo es necesario. Si fuera fácil, ya se hubiera hecho, pero no hay otra alternativa”, señaló en conferencia de prensa en el estado mexicano de Guanajuato, en la que también participó la Canciller de México, Patricia Espinosa.

El presidente de México, Felipe Calderón, recibió en la residencia oficial de Los Pinos a la secretaria de Estado en una reunión que se prolongó por más de una hora y media.

Durante la reunión, Calderón subrayó la importancia de continuar trabajando bajo un espíritu de responsabilidad compartida y respeto mutuo, como ha acordado con su homólogo estadounidense, Barack Obama, dijo la oficina de la Presidencia en comunicado.

En Guanajato, Clinton hizo referencia a las críticas diplomáticas reveladas por los cables filtrados por WikiLeaks —en los que la embajada tilda de “torpe”, “temeroso al riesgo” y “lento” al Ejército, además de mostrar una clara preferencia por la Marina. Aseguró en este contexto que Estados Unidos, la embajada y el Departamento de Estado “no pueden ponerse en el lugar de aquellos que están en el frente de batalla aquí en México, haciendo todo el trabajo duro”. Agregó que “los esfuerzos muy exitosos de las fuerzas armadas merecen apoyo y nosotros hemos ofrecido cualquier tipo de apoyo que ellos estén interesados en recibir”.

DD HH y los militares 

Clinton se refirió al tema de las acusaciones que penden sobre las Fuerzas Armadas en torno a violaciones a los derechos humanos de civiles. Dejó en claro la postura de rechazo de Washington hacia el concepto de fuero militar e insistió en que para la administración de Barack Obama es una prioridad asistir al gobierno de Calderón en la implementación de reformas que permitan a militares rendir cuentas ante cortes civiles.

"Incluido en nuestro diálogo“ está el tema de los derechos humanos porque creemos que es muy importante. Hay requerimientos legislativos en nuestras leyes de que veamos un muy claro respeto a los derechos humanos de ciudadanos (…) y necesitamos asegurarnos de que cualquier violación de los derechos humanos contra civiles cometida por militares sea juzgada en cortes civiles”, dijo.


Clinton dio al mismo tiempo un espaldarazo a la estrategia seguida por el gobierno mexicano contra los cárteles de la droga, y tras declararse “admiradora” del trabajo que ha hecho el presidente Calderón en materia de seguridad, literalmente echó por tierra las críticas a la ofensiva contra el crimen organizado: sostuvo que, al menos a los ojos de Washington y la administración Obama, no existe otra vía para combatirlos.

A pesar de las felicitaciones de Clinton al gobierno de Calderón sobre la presencia de las fuerzas Armadas en la lucha contra el crimen organizado, no todos los estados mexicanos están dispuestos a utilizar esta vía en la guerra contra el narcotráfico.

Por ejemplo, el gobernador del Estado mexicano de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, manifestó hoy que su gobierno no solicitará la presencia de un grupo especial o élite para el resguardo de la franja sur de Hidalgo, sino únicamente estará en coordinación con los mandos nacionales.

“Estamos trabajando juntos, anteayer hablé con el secretario federal de seguridad pública (Genaro García Luna) vía telefónica y me reconoce el trabajo que se está haciendo en Hidalgo y estamos trabajando de la mano. No es una fuerza especial la que estamos solicitando sino seguir coordinados para enfrentar juntos la delincuencia organizada”, afirmó.

El mandatario hidalguense señaló que en el reciente atentado perpetrado en contra de las fuerzas policiacas de la entidad no doblegará su lucha para erradicar este flagelo social, al tiempo que condenó el asesinato del comandante de investigaciones Víctor Peña, ocurrido el pasado fin de semana.

“Estamos en alerta,  estamos trabajando y estamos enfrentando a la delincuencia, estamos haciendo nuestra parte, fue un crimen artero (el asesinato de Víctor Peña) que quiere intimidar a las fuerzas de seguridad del estado”, declaró.

Preocupación de Human Rights Watch

José Miguel Vivanco
El director para América Latina de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), el chileno José Miguel Vivanco, envió una carta al presidente mexicano Felipe Calderón, en septiembre del año pasado, expresándole preocupación por los "mensajes contradictorios" mexicanos que, a su juicio estaban menoscabando las medidas destinadas a proteger las libertades fundamentales en la estrategia de su Gobierno contra el crimen organizado.

En la nota, Vivanco pidió que Calderón manifieste públicamente "que el respeto de los derechos humanos es un aspecto integral de las medidas de seguridad pública de su Gobierno", y respaldar esas afirmaciones "mediante el fortalecimiento de la legislación, instituciones y prácticas para proteger dichos derechos".

Con la militarización de la lucha contra los carteles de la droga, según Vivanco, "se ha registrado un drástico incremento de las violaciones de derechos humanos", como ejecuciones ilegales, violaciones sexuales y torturas. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México (CNDH), en más que 60 casos de abusos graves cometidos durante su Gobierno, "los responsables han sido militares", señaló Vivanco.

Cuando Calderón asumió en 2006 emprendió una guerra contra el crimen organizado al enviar 45 mil militares y 20 mil agentes federales a zonas conflictivas. 


Informe anual mexicano del crimen organizado

El presidente de México, Felipe Calderón, afirmó en diciembre último que el 2010 fue el año más violento desde que asumió su cargo en 2006 debido a la lucha que sostiene el Gobierno contra el crimen organizado en entidades fronterizas con Estados Unidos. El elevado índice de violencia se debió a que "se suscitaron varios conflictos entre cárteles al mismo tiempo", dijo.
Según un balance de la Procuraduría General desde el 1 de enero al 30 de noviembre de 2010 se registraron más de 12 mil 400 muertes ligadas a la violencia producida por la lucha contra el narcotráfico. Ello equivale a decir que durante 2010 murió 1 persona cada 40 minutos en asesinatos ligados al crimen organizado en México.

Cuando Calderón asumió en 2006 emprendió una guerra contra el crimen organizado al enviar 45 mil militares y 20 mil agentes federales a zonas conflictivas.

Según la Procuraduría, desde ese momento han muerto alrededor de 30 mil 200 personas en hechos relacionados con el crimen organizado.

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