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domingo, 19 de septiembre de 2010

Haití lucha para sobrevivir – El drama de un país amenazado por la fuerza de la naturaleza

Por Krohne Archiv


El terremoto de enero de este año dejó en Haití más de 230.000 muertos y 300.000 heridos, así como a 1,5 millones de personas sin hogar. En respuesta a esta tragedia, la comunidad internacional ha hecho grandes promesas de ayuda, por diferentes conductos, pero la verdad es que se ha recibido relativamente poco de estas ofertas y en algunos casos sumas mínimas que no llegan al 10 por ciento de lo prometido.

El terremoto -el más poderoso en sacudir a Haití en los últimos dos siglos- causó el máximo impacto al golpear la zona más densamente poblada del país.

Una evaluación del gobierno dijo que el daño era aún más grave pues se produjo después de un período de relativa estabilidad, cuando la gente había empezado a ver que sus condiciones de vida mejoraban.

Este año cientos de miles de haitianos han tenido una suerte extraordinaria porque hasta ahora no ha habido grandes lluvias, sin embargo, ya ha llegada la temporada de huracanes, y el riesgo para los sufridos hatianos es muy grande.

La ayuda y necesidades

Un llamamiento de emergencia lanzado por la comunidad de ayuda internacional a los pocos días del terremoto llegó rápidamente a los US$577 millones que cumplían con el objetivo inicial, pero este tuvo que ser revisado al alza un mes más tarde, cuando la totalidad de la necesidad para la operación humanitaria se hizo evidente.

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) hizo pública una nueva meta de US$1.500 millones en un llamamiento urgente. El objetivo principal era proporcionar un "entorno de vida seguro y saludable para todas las personas afectadas hasta que la reconstrucción restaure la normalidad".

En julio, el 64% del llamamiento urgente se había cumplido, de acuerdo con la OCHA, ya sea en la financiación directa o en compromisos vinculantes para proporcionar financiación.

En total, en abril, la comunidad internacional se comprometió a donar un total de US$9.900 millones tanto en ayuda inmediata como de largo plazo, en una conferencia de donantes de la ONU.

Según Jean Renald Clerisme, el asesor del presidente René Preval , dijo a la BBC que el gobierno haitiano no ha recibido el dinero prometido por los donantes, necesario para comprar terreno y reconstruir.

"En la reunión de grandes donantes en Nueva York, se nos prometió US$10.000 millones pero no hemos recibido ni 2% de este dinero... ¿cómo se explica eso?".

En marzo, el gobierno haitiano publicó un estudio preliminar de daños y análisis de necesidades, que estimó el costo de la reconstrucción del país en US$11.500 millones, distribuidos en gobernabilidad, medio ambiente, sectores sociales, infraestructura y producción.

El peligro de huracanes y los escombros

Con tanta gente todavía tan vulnerable después del reciente terremoto, las consecuencias de un huracán este año podrían ser devastadoras. A esto se agrega que la situación humanitaria está lejos de estar bajo control, ya que los refugios de emergencia de lona no son lo suficientemente fuertes como para soportar el mal tiempo y muchos campamentos temporales también son propensos a las inundaciones severas. Así se piensa que las consecuencias de un huracán este año podrían ser devastadoras.

Los esfuerzos también se han dificultado en los meses inmediatamente posteriores al terremoto de enero pasado y hasta ahora debido a los aproximadamente 20 millones de metros cúbicos de escombros que dejó la tragedia.

Ya antes del terremoto, los servicios sociales eran insuficientes y muchos niños no asistían a la escuela. El 38% de la población mayor de 15 años era analfabeta. El desempleo se situaba en un 30%.

El comercio, turismo, transporte y comunicación fueron muy afectados por el sismo y el plan es que los esfuerzos se centren ahora en el crecimiento económico para crear nuevos puestos de trabajo, así como la mejora de las condiciones de trabajo.

Parte del dinero de la reconstrucción se estaría destinando además a ofrecer educación primaria gratuita para todos, mejorar el acceso a los servicios de salud y reducir la malnutrición. Este dinero, igualmente se investiría en infraestructura como en técnicas de construcción para reducir los riesgos, restaurar las carreteras y las redes de telecomunicaciones.

Los campamentos y la destrucción en Puerto Príncipe

Al cumplirse seis meses del terremoto, Haití seguía en emergencia con más de un millón de alojados en campamentos provisionales y otros 600.000 campamentos alejados de su hogar.

La misión de las Naciones Unidas en el país antillano, ha advertido que la situación es dramática por haber comenzado ya la temporada de huracanes.

Edmond Mulet (abajo izquierda) es un diplomático guatemalteco que tras el terremoto asumió la dirección de Minustah, la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití. Con un presupuesto de 611 millones de dólares, tiene a su cargo a 8.304 militares de una veintena de países, 2.261 policías y casi dos mil funcionarios. Este equipo gestiona la difícil reconstrucción del país después del terremoto del pasado enero, que causó cerca de 300.000 muertos.

En una entrevista a Mulet efectuada por corresponsales mexicanos dijo que “lo que podríamos llamar la ‘reconstrucción institucional’ aún no ha comenzado plenamente, salvo algún ministerio y oficinas gubernamentales instaladas en estructuras provisionales. Remover más de 20 millones de metros cúbicos de escombros ha sido el esfuerzo más importante; los trabajos se complicaron por la alta densidad humana en barrios hacinados de difícil acceso. A pesar de las dificultades se ha avanzado. Se demolieron estructuras dañadas, otras se repararon y se preparó lo que se va a reconstruir”.

Indicó que antes de reconstruir hubo que identificar el estado de los edificios. El ministerio de Obras Publicas y algunas ONG inspeccionaron las casas de Puerto Príncipe. UN 25% están habitables con ciertos arreglos. Las estructuras declaradas "amarillas", que representan otro 25%, aunque no tienen daños estructurales, necesitan ser reparadas. Las construcciones declaradas "rojas", que son el 50%, resultaron totalmente destruidas por el terremoto; aún estando de pie, deben ser demolidas, para ser reconstruidas. Fuera de la capital, en localidades como Leogane, las casas declaradas "rojas" que se tienen que tumbar alcanza el 90% Hasta ahora, lo prioritario fue derribar ese 50% de edificios dañados; se necesita espacio para reconstruir en el futuro.

El Gobierno de Haití se opuso, desde un principio, y con toda razón, a la creación de campamentos por su carácter deshumanizante. Se han construido algunos campamentos. Están cerca de la ciudad. Muchas víctimas del terremoto necesitaban un techo, para vivir. Esos campamentos les han ayudado a enfrentar la urgencia. Además de techo, tienen agua, drenajes, sanitarios, iluminación, seguridad, escuela básica, servicios médicos, mercado, etc. De todas las personas que, voluntariamente, se han asentado en esos pequeños campamentos, no ha habido ni un abandono o regreso a su lugar de origen, según la versión de la ONU.

Antes del terremoto, la situación de la mayoría de los haitianos era ya bastante precaria. Tras el sismo, lo es aún más. Las carpas, tiendas de campaña, y plásticos que les protegen ahora de las lluvias, no son lo suficientemente fuertes para aguantar un huracán. Ha comenzado la construcción de refugios metálicos prefabricados, en el centro de los campamentos de refugiados para que la población pueda protegerse en caso de huracanes. En situación normal, esos edificios podrán servir en el futuro de mercados, escuelas o centros comunales. Esta ya en marcha un plan de contingencia para responder ante la llegada de un huracán; los almacenes de alimentos y agua potable están abastecidos y los equipos de rescate están entrenados.

Elecciones en noviembre

A pesar de la difícil situación que vive el país, el Gobierno ya ha convocado a las elecciones para el domingo 28 de noviembre, porque la renovación de las autoridades es importante para el proceso de consolidación de la democracia. Hay que recordar que la mayor parte país no fue afectada por esta tragedia. El respeto a los mandatos constitucionales y al Estado de derecho y el acceso al poder por la vía legítima, son partes importantes en el proceso de reconstrucción de Haití, que no podría realizarse con gobiernos provisionales o interinos, señalan las autoridades a cargo de la reconstrucción de las Naciones Unidas.
En este contexto, el presidente René Preval ha insistido desde el primer momento de que deben haber elecciones, a pesar de los problemas, para que así el proyecto político que va a reconstruir Haití salga adelante con el apoyo de la ONU y el conjunto de la comunidad internacional.

El jefe de la Misión de la ONU, Edmond Mulet, expresó esta semana su confianza en la renovación del mandato de la presencia de los cascos azules en el país caribeño, y garantizó con esto la celebración de las elecciones generales de noviembre. Mulet defendió la semana pasada ante el Consejo de Seguridad de la ONU el papel de la Minustah en la situación del país, calificó de "ridículas" las recientes acusaciones locales en contra de la misión.

"Es ridículo y completamente absurdo, no tenemos ningún interés en provocar la inseguridad y la inestabilidad de Haití", recalcó el diplomático guatemalteco, quien subrayó que la fuerza de paz está lista para garantizar, junto a la policía haitiana, la seguridad de los comicios y llamó a una participación popular importante como garantía de la legitimidad de los ganadores.

"La comunidad internacional está interesada en la celebración de elecciones libres, transparentes y democráticas necesarias al progreso del proceso de reconstrucción (del país)", señaló Mulet en rueda de prensa en Puerto Príncipe.


Afirmó que la Minustah brinda un "apoyo total" al Consejo Electoral Provisional (CEP), organismo seriamente cuestionado por la oposición haitiana.

Mulet formuló también predicciones sobre una posible segunda ronda presidencial por primera vez en la historia del país. Si este caso se concreta, otra financiación será necesaria para la organización de esta etapa, probablemente en enero, indicó Mulet.

El diplomático intentó disipar preocupaciones relativas a la disponibilidad del presupuesto de 29 millones de dólares destinado al proceso electoral actual y aseguró que Canadá va a desembolsar próximamente los fondos que prometió.

Además del sucesor del presidente haitiano, René Préval (arriba izquierda), las elecciones del 28 de noviembre próximo renovarán once escaños en el Senado y 99 en la Cámara de Diputados.
 

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