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sábado, 12 de junio de 2010

Éxito de gestión eclesiástica



CUBA LIBERÓ A PRIMER PRESO POLITICO

El gobierno de Cuba liberó hoy a un preso político parapléjico y trasladó a otros seis a cárceles en provincias cerca de sus familares, decisiones gubernamentales que fueron definidas en La Habana como los primeros éxitos de las gestiones realizadas por la Iglesia Católica a favor de los disidentes presos.

El liberado es Ariel Sigler Amaya, de 46 años, que cumplía una condena de 20 años de prisión desde 2003. Fue sacado de un hospital donde se encontraba y llevado a su casa en la aldea de Pedro Betancourt (provincia de Matanzas) situada a unos 100 kilómetros de La Habana.

La excarcelación de Sigler y la reubicación de otros seis presos fue anunciada anoche en un comunicado del Arzobispado. El cardenal Jaime Ortega (foto abajo derecha) y el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos, Dionisio García Ibáñez (foto abajo izquierda), también arzobispo de Santiago de Cuba, intercedieron directamente a favor de los presos ante el presidente Raúl Castro, con quien se reunieron hace unas tres semanas y media, diálogo que sigue vigente.

Sigler es el más delicado de salud del grupo de 75 disidentes detenidos en marzo de 2003 y el primer liberado como fruto de dicho encuentro Iglesia-Gobierno. Los traslados de reos de cárceles suman ya 12, tras ser reubicados seis el 1 de junio pasado. La Iglesia ha señalado que el proceso avanza con prudencia y podrían producirse más excarcelaciones muy pronto.

Con la liberación de Sigler, trasladado a su casa en una camilla (algunos trayectos lo hizo en silla de ruedas), quedan 52 opositores en prisión. Entre éstos figura Guido Sigler, hermano de Ariel.

La historia de los presos en Cuba

En la madrugada del 18 de marzo de 2003, el régimen castrista realizó una detención masiva contra periodistas independientes, sindicalistas y activistas opositores cubanos, para frenar el crecimiento del movimiento opositor cubano.

El gobierno cubano se amparó entonces en la Guerra de Irak, que estaba en sus inicios, para evitar grandes revuelos internacionales y protestas.

La operación se denominó Jornadas de la Primavera Negra en Cuba, en la que participaron centenares de agentes del Departamento de Seguridad del Estado -la policía política cubana- a lo largo de todo el país y fueron allanados una gran cantidad de hogares en forma sincronizada.

Sus moradores fueron interrogados, se confiscaron ordenadores, equipos de fax, máquinas de escribir, fotos y al final, 70 personas fueron detenidas.

Los detenidos fueron sometidos a juicios sumarios entre el 3 y el 7 de abril del mismo año y finalmente condenados por ser opositores al régimen castrista a penas de prisión de entre 6 y 30 años, quedando marcados con el nombre de “los prisioneros de la Primavera de Cuba”.

Las condenas se basaron en la Ley 88 de 1999, conocida por la oposición como la "Ley Mordaza". Según el gobierno, los opositores participaban en "provocaciones" y actividades "subversivas" lideradas por el entonces jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, James Cason.

La disidencia cubana informó que del grupo original de los 75 presos hay 25 muy enfermos y otros cinco quedan en cárceles lejos de sus provincias. Afirma que hay en Cuba unos 200 presos políticos, pero el Gobierno de Castro justifica esta medida contraria a los derechos humanos con el argumento que son "mercenarios" de Washington que atentaron contra la seguridad del Estado.

Las mejoras para los presos ocurren en momentos en que Cuba enfrenta críticas de Estados Unidos y la Unión Europea, tras la muerte del preso opositor Orlando Zapata el 23 de febrero -por una huelga de hambre de 85 días- y el ayuno que inició un día después el opositor Guillermo Fariñas (foto abajo izquierda), en reclamo de la excarcelación de los presos enfermos. Fariñas, sicólogo y periodista de 48 años, dijo que estaba dispuesto a deponer su huelga de hambre si son liberados al menos 10 presos enfermos.

Las reacciones por los traslados

El gobierno de Estados Unidos dijo a comienzos de junio que esperaba que los "presos de conciencia" en Cuba fueran liberados "lo antes posible" y no sólo trasladados más cerca de sus familiares.

"Seguimos esperando que los presos de conciencia sean liberados, en vez de sólo trasladados, y esperamos (que eso ocurra) lo antes posible", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en Washington.

Entretanto, la congresista cubano-estadounidense Ileana Ros- Lehtinen, líder republicana en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, declaró: "Los agentes represivos del régimen castrista encarcelan a personas inocentes simplemente porque estas piden libertad y democracia (...) ¿Ahora el régimen busca alabanzas o crédito humanitario solo por transferir a estas inocentes personas a cárceles cercanas a sus familiares o hospitales? Esto es una farsa y nadie debe permitir este engaño".

"Los hermanos Castro quieren jugar el papel de los pirómanos y los bomberos, los torturadores y los humanitarios. Sólo en la Cuba de los Castro se espera que estos actos irracionales sean visto como lógicos", denunció el congresista cubano-estadounidense en un comunicado.







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