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sábado, 22 de mayo de 2010

Mensaje presidencial calificado por los medios


¿POPULISMO O UNA NUEVA FORMA DE GOBERNAR?

Por Walter Krohne

El mensaje del presidente Sebastián Piñera dejó una larga lista de opiniones que tocaron todos los aspectos de su discurso, calificándolo algunos medios de potente, otros de populista y también hubo verdaderas alabanzas por los siete desafíos expuestos por el mandatario en el Congreso Nacional en Valparaíso, que prometerían un desarrollo completo para Chile en la presente década.

No faltó la crítica aguda que intentó llegar al fondo del asunto, como lo hizo el historiador Gabriel Salazar en el diario “Las Ultimas Noticias” del Grupo Edwards, especialmente cuando se pregunta si ¿La nueva manera de gobernar consiste en sonreír a los pobres mientras se opera bajo cuerda con información reservada? ¿Blufeando como en el póker? Y lo escribió “porque (según él) el mensaje no dijo nada del proyecto de concesionar a privados docenas de hospitales públicos, de privatizar en ruleta abierta algunas empresas eléctricas y sanitarias del Estado, de disminuir aún más los recursos para la educación pública, de profundizar la militarización del territorio mapuche, de exonerar a los empleados no derechistas de la administración pública etc”

En todo este "temporal" de opiniones, se pueden distinguir algunos aspectos que pueden ayudar a entender mejor este discurso, que curiosamente ofrece algunas soluciones políticas quizá más inspiradas en la izquierda que en la derecha.

En primer lugar, fue una pieza oratoria que buscó la paz o cordialidad con el enemigo político número uno como es la Concertación, no porque coincida con sus planteamientos ideológicos, sino porque sin sus votos le sería imposible gobernar, especialmente ahora que debe aprobarse la Ley de la Reconstrucción en el Senado.

Algunos dicen, sin embargo, que Piñera está más identificado, en ciertos aspectos, con planteamientos concertacionistas y que tendría una visión más horizontal de la sociedad que el verticalismo que caracteriza a los conservadores clásicos. En esto quizá tenga importancia el origen político del Presidente, que fue un partido de centroizquierda como parece serlo todavía la democracia cristiana.

Segundo, Piñera presentó en el mensaje una hoja de ruta ordenada y con plazos que abarcan todos los aspectos más importantes como son crecimiento, empleo, salud, educación, pobreza, criminalidad y democracia. Esta presentación se hizo con esquemas y acentos empresariales, permitiendo establecer metas a corto, mediano y largo plazo, que si resultan bien y no hay nuevas sorpresas, como el terremoto del 27 de febrero, permitirían asegurar que en esta década Chile alcanzaría el desarrollo.

Tercero, su paquete de promesas y ofertas aparecen excesivas para un período que sólo dura cuatro años, lo que en este sentido cae en cierto modo bajo una calificación de “promesas populistas, porque aparece difícil poder hacer tantas cosas en lo que le queda del período presidencial, unos tres años y tres cuartos.

Cuarto, aparece también un poco complejo el cumplimiento de este programa por sus costos que deberá desembolsar el Estado, aparte de los compromisos que ya ha asumido con la reconstrucción de las zonas terremoteadas.

Quinto, es destacable en el mensaje, en su parte valórica, la insistencia del presidente en que en todo plan de desarrollo integral son las personas las que colocan la parte más importante. Esto diferenció este mensaje de otros anteriores, porque la voluntad de superación, exigencia, autoexigencia y responsabilidad de las propias personas es un cambio de énfasis en extremo positivo.

Sexto: No sólo evitó roces con la Concertación, sino también con su propia alianza, especialmente con la UDI, lo que le impidió o lo decidió a postergar para más adelante, todos los temas valóricos, especialmente la unión de parejas homosexuales.

Séptimo: Hubo ausencia de los temas internacionales quedando sin mención  los asuntos limítrofes pendientes o la política que el gobierno tendrá frente al Mercosur o a países que juegan un papel importante, pero distinto a los objetivos perseguidos por Chile, como Venezuela, Cuba, Nicaragua o Ecuador. Tampoco hubo mención a la relación actual con Bolivia.

Presentamos a continuación la opinión de distintos medios chilenos sobre el discurso presidencial:

EL MERCURIO

“Gran parte de su discurso se empleó en transmitir sus propósitos y sus diferencias con los gobiernos anteriores. Esto le permitió desplegar una hoja de ruta y una mirada de mediano y largo plazo muy coherente. Quedó en claro que el propósito central de su gobierno es avanzar hacia un desarrollo integral de la nación, con diversas metas.

“Sin desconocer la importancia de un sistema de protección social, el acento que puso el presidente en la voluntad de superación, exigencia, autoexigencia y responsabilidad de las propias personas es un cambio de énfasis en extremo positivo.

“Por cierto, surgen igualmente algunas aprensiones: la hoja de ruta anunciada es ambiciosa en sus contenidos, pero también en sus gastos: la importancia de la responsabilidad fiscal es ahora más evidente que nunca. Y también hay medidas que requieren una evaluación más cuidadosa. Por ejemplo, la eliminación de la cotización del siete por ciento para los jubilados tiene sentido sólo para los hogares de menores recursos y, en tal caso, debería extenderse a otros grupos de la población (no sólo ancianos) que estén en similar condición de vulnerabilidad”.

Destacó finalmente El Mercurio que fue un mensaje potente con contenidos “que marcan un giro respecto a los gobiernos anteriores, como lo demandaron los votantes en enero pasado”.

LA TERCERA

“Junto a las propuestas sectoriales el mensaje transmitió un conjunto de valores a los que se asigna importancia para el logro de las metas que el país se ha trazado. Fue una constante del discurso asignar un rol primordial al esfuerzo y la responsabilidad personal como bases del progreso, reafirmar el sentido de autoridad, dar a nuestra sociedad un carácter inclusivo y reconocer el rol clave de la familia.

“Esos criterios fueron planteados además de manera no confrontacional haciendo un llamado a abordar en forma común los desafíos, lo que marca una disposición que debiera ser bien recibida por el país”.

LAS ULTIMAS NOTICIAS
(Comentario de Gabriel Salazar)

“Desde 1990, cuando se elige un gobierno, la ciudadania vota por algo y elige cualquiera otra cosa: Votó centro izquierda y le salio derecha…Desconcertada , en 2010, eligió después de medio siglo un gobernante derechista y le ha salido…¿qué? Un Presidente que jura que eliminará la pobreza en 4 años, que creará un millón de empleos, que capacitará a 5 millones de trabajadores, que aumentará las pensiones solidarias, que construirá 600 mil nuevas viviendas, que eliminará las horas de espera en los consultorios y que eliminará el 7 por ciento del gasto de salud para la tercera edad…

“Es verdad que sólo son promesas, pero ¿si fuera cierto? ¿Estaríamos en presencia de un nuevo Frei Montalva o un redivivo Allende Gossens? Si todo es como parece, no está de más tratar de inspeccionar debajo de ese ropaje socialistoide. Por ejemplo , lo que no dijo el mensaje del 21 de mayo: el proyecto de concesionar a privados docenas de hospitales públicos, de privatizar en ruleta abierta algunas empresas eléctricas y sanitarias del Estado, de disminuir aún más los recursos para la educación pública, de profundizar la militarización del territorio mapuche, de exonerar a los empleados no derechistas de la administración pública etc.

“Para todo lo cual, por cierto, se potencia el aparato burocrático del Ministerio del Interior y Seguridad Ciudadana y se aumenta el Cuerpo de Carabineros y Policía de Investigaciones.

“¿Es qué la “nueva manera de gobernar consiste en sonreír a los pobres mientras se opera bajo cuerda con información reservada? ¿Blufeando como en el póker?”

LA NACION

(Este diario, a pesar de ser del gobierno, no opinó hoy sábado sobre el mensaje de ayer del presidente Sebastián Piñera, ocupándose sólo de uno de los temas tocados en el discurso, como lo vemos a continuación)

“La administración del Presidente Sebastián Piñera ha sometido a trámite en el Congreso un proyecto de ley que endurece el régimen de medidas contra el abuso sexual infantil. El texto establece inhabilidad perpetua para todos los condenados por tales delitos contra menores de 14 años para el ejercicio de cargos, profesiones y oficios que por su propia naturaleza conlleven el contacto con niños. Asimismo, se propone acceso público, a través de internet, a un registro de condenados y se extiende a diez años el plazo para que los victimarios puedan alegar la prescripción de los ilícitos.

“El proyecto se inserta en la agenda de reformas en el ámbito de la seguridad ciudadana que están en la plataforma del Presidente. Como lo han subrayado de manera sistemática todas las encuestas en los últimos años, la ciudadanía espera de un gobierno un mayor control de la delincuencia en todas sus manifestaciones; de hecho, el programa del actual Ejecutivo tuvo como uno de sus rasgos diferenciadores la oferta de mayor protección a las personas.

“En este contexto, la agresión sexual a niños y adolescentes constituye uno de los problemas más sensibles dentro de la esfera de preocupación y alarma de la población, si bien su naturaleza sicológica disfuncional la sitúa en un ámbito penal particular distinto de la delincuencia común, influida por otro tipo de determinantes de carácter económico-social”.

EL MOSTRADOR
(Claudia Rivas Arenas)

“Como era de esperar cuesta encontrar coincidencias entre el oficialismo y la oposición a la hora de evaluar el primer mensaje del Presidente de la República ante el Congreso Pleno. Mientras para los primeros resultó ser el mejor en muchos años, para la Concertación quedaron demasiadas cosas sin explicar ni detallar.

“En su primera cuenta ante el Congreso Pleno, el Presidente Sebastián Piñera tenía claro dónde necesitaba poner sus fichas. Cuando el proyecto de financiamiento de la reconstrucción aún no ha sido despachado del Senado, el mandatario se deshizo en elogios hacia los parlamentarios. También hizo un nada sutil guiño a la Concertación, con un homenaje a los ex presidentes de la República en general y nombrando en particular a los cuatro que lo precedieron, desde el DC Patricio Aylwin hasta la socialista Michelle Bachelet. Lo que no fue impedimento para que terminado el discurso, algunos dirigentes de oposición manifestaran sus aprensiones respecto de los anuncios y de la forma cómo se pretenden financiar, mientras que otros lo calificaron derechamente de “populista”.

“El tono de la alocución, que se prolongó por alrededor de dos horas, era abiertamente conciliador. Pero Piñera no sólo se cuidó de no provocar a la Concertación. El mandatario, finalmente, también optó por evitar generar roces al interior de la coalición oficialista. Por lo que si hasta antes del mensaje había parlamentarios que mantenían la esperanza de que el jefe de Estado diera alguna señal concreta en relación a regular las convivencias de hecho, entre ellas las de parejas del mismo sexo, se habrán sentido decepcionados. La difícil instalación del gobierno, no resistía una disputa interna por materias valóricas, se habría concluido.

“Hablando en tercera persona, como suele hacerlo el ex presidente Ricardo Lagos, Piñera afirmó ante los parlamentarios y autoridades chilenas y extranjeras presentes que “el Presidente y el Congreso son aliados, y no rivales, en la causa de traer progreso y bienestar para Chile y los chilenos”. Y en ese sentido, añadió que “inspirado en esta convicción, nuestro gobierno hará todos los esfuerzos necesarios para crear un clima de unidad y colaboración y buscar diálogos y acuerdos fecundos, en todas las áreas de interés nacional”.

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