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jueves, 25 de marzo de 2010

VENTANA ABIERTA AL DIALOGO: EDUCACION

HACIA UN MODELO EDUCACIONAL ALTERNATIVO EN CHILE

Por Howard Richards

Universidad de Talca 22 Marzo 2010

Mis tanteos de hoy se moverán en dos planos que corresponden a dos papeles del Instituto de Investigación y Desarrollo de la Educación (IIDE) de la Universidad de Talca.

Uno es el plano de la política educativa, en el cual supongo que aunque el IIDE no esté en condiciones de auspiciar un esfuerzo colectivo para confeccionar un modelo alternativo, está por lo menos en condiciones de aportar. Supongo también que es una tarea necesaria, a la cual mal que mal muchos tenemos que aportar.

El segundo plano es el proyecto de Liceos Prioritarios. El IIDE tiene que cumplir con sus obligaciones específicas como participante en este proyecto especifico. Sugiero que algo de nuestra experiencia con cuatro liceos en el programa Liceos Prioritarios va a servir para darnos pistas para aportar a la confección de un modelo alternativo.

Me voy a referir especialmente a mi propio trabajo, todavía incompleto, que ha sido más que nada una investigación de la cultura de los alumnos. Me voy a ubicar en el contexto amplio de la necesidad de armar un modelo alternativo de educación. Para dibujar el contexto amplio destaco dos dimensiones: una constatación de ciertos hechos básicos de la economía, y una interpretación de la época que nos toca vivir

Eduardo Cavieres, Premio Nacional de Historia e integrante de nuestro grupo para repensar la economía, dictó durante largos años la cátedra de historia de la educación chilena en la Universidad de Chile. Las investigaciones de Cavieres han mostrado que la política educativa chilena desde la colonia hasta el día de hoy siempre ha sido supeditada a un proyecto u otro de desarrollo económico. El pensamiento económico y los intereses económicos han sido los motores que han movido la organización de la educación, por lo menos aquí en este país.

Esta generalidad histórica se ha verificado en las políticas educativas de la Concertación y supuestamente va a seguir verificándose en la administración de Sebastián Piñera.

Dondequiera tu miras, si tu lees las obras compiladas por Cristian Cox o por Sergio Martinic, o los trabajos de Juan Eduardo García-Huidobro o de Cristian Bellei o de cualquiera, tu encuentras implícito y a menudo explícito, la motivación que la educación de los sectores vulnerables debe servir para sacarlos de la pobreza.

Potenciar el desarrollo del país

La educación en general debe potenciar el desarrollo del país, pero lo que más nos interesa en los Liceos Prioritarios es la educación de quienes menos tienen, y es palmario que un objetivo principal de la política pública para la educación ha sido que los que menos tienen lleguen a tener más.

Por lo tanto, decir que las medidas seleccionadas para sacar a los pobres de la pobreza, por la educación, no son factibles, ni van a serlo, es una crítica seria a la política educativa. Y si la crítica no conduce a ninguna parte si no es acompañada por un modelo alternativo, es un desafío serio confeccionar un modelo alternativo.

Alternativa que necesariamente tiene que ser a la vez un modelo educativo y un modelo económico. Si bien es cierto que educar para sacar de la pobreza no es factible si no hay una dimensión económica de la educación, también es cierto que no hay otra economía posible, sin otra educación.

La actual política educativa es semejante a la de otros países en situación semejante y ha sido formulada con la fuerte participación de las grandes instituciones económicas internacionales. Sigue en general los preceptos del Consenso de Washington.

Dicho consenso receta dejar la gestión de las empresas a los empresarios. El estado no debe participar en la producción. El mercado se auto-regula y las más de las veces cuando un gobierno interviene en el mercado lo distorsiona. El gobierno debe preocuparse del gasto social.

Erradicación de la pobreza

La erradicación de la pobreza es una preocupación central del gobierno con o sin el Consenso de Washington. Plantean los neoliberales que el neoliberalismo efectivamente supera la pobreza más que el marxismo, más que el populismo, el dirigismo y más que todas los “ismos” distintos del neoliberalismo. Los otros modelos son menos eficaces y menos eficientes. Su consecuencia no intencional -en la famosa frase de Karl Popper- es generar menos productividad, menos riqueza, y en fin de cuentas más pobreza.

Como botón de muestra para probar sus tesis, los neoliberales suelen citar a la India, a China, y en Latinoamérica a Chile. Chile ha sido el mejor alumno en este continente.

Según los neoliberales el gasto social se dedica de preferencia a superar la pobreza de los más pobres. El proyecto Liceos Prioritarios está en principio en la línea de las prioridades del modelo económico. Lógicamente, por eso, si se estima que el actual proyecto de Liceos Prioritarios ha sido un fracaso, no será por tener metas equivocadas, sino por no poder alcanzar sus metas. El próximo paso debe ser diseñar un método eficaz para alcanzar las mismas metas, para mejorar la calidad de la educación de los pobres. Es importante por lo tanto, con o sin el Consenso de Washington, no solamente mostrar cierto grado de éxito en los cuatro liceos nuestros, si es que éxito hubo, sino también definir las razones del fracaso a fin de aportar a la próxima fase de una lucha permanente contra la pobreza.

Se trata de mejorar la calidad de la educación de los pobres en el supuesto que así se capacita a ellos para salir de la pobreza. El Consenso de Washington receta dedicar el gasto social de preferencia a la educación y a la salud. La educación debe ser un campo estratégico de inversión social. ¿Por qué? Porque la educación y la salud fortalecen lo que el pobre tiene para vender en el mercado. Lo que tiene para vender es, en fin, a sí mismo, su fuerza laboral, sus servicios. Si debido a su educación tiene una calificación laboral, si tiene un perfil de competencias que calza con los requerimientos de recursos humanos de las empresas, entonces el pobre vale más. Si es sano vale más. Si vale más se vende en el mercado laboral a mejor precio. Gana más. Es menos pobre. En fin la pobreza baja en la medida en que los pobres se educan y se sanan.

Teoría Liberal

Así la teoría liberal calza a grandes rasgos con mucho del sentido común de la sociedad liberal en la cual nos toca vivir. Coincide con el pensamiento de los millones de padres quienes se sacrifican para educar a sus hijos, pensando que por la educación sus hijos van a acceder a una vida mejor.

Semejante concepto del aporte de la educación al desarrollo económico y a la superación de la pobreza no carece de su cuota de verdad. Ustedes conocen los numerosos estudios empíricos que en cierta medida lo verifican. En el plano teórico se puede decir que la célebre doctrina liberal conocida como Ley de Say, según lo cual la oferta crea la demanda, tiene su cuota de validez; cuando hay más para vender se vende más, porque lo que tiene uno para vender motiva a otro a participar en el mercado para conseguirlo. Dicho de otra manera, cuando la educación capacita a toda la población para producir bienes útiles y deseados, habrá en general un mejor nivel de vida simplemente porque existen aquellas capacidades. En cierta medida su existencia misma facilita su distribución a los necesitados.

Pero también es cierto que semejante concepto del aporte de la educación a la superación de la pobreza peca por una fe exagerada en las relaciones humanas de tipo mercantil. Una fe exagerada en el mercado peca como clásicamente dice Karl Polanyi y como ha dicho recién el autor chileno Eugenio Tironi, por socavar hasta la integración social que el mismo mercado requiere para funcionar.

Es cierto como dicen los neoliberales que el mercado se auto-regula. Pero es falso que normalmente llegue a un equilibrio con empleo para todos a buenos sueldos. Al contrario como muestra empíricamente la historia económica y como mostró en el plano teórico John Maynard Keynes, el pleno empleo rara vez ocurre y cuando ocurre es pasajero. Al contrario como mostraron en el plano teórico Carlos Marx, David Ricardo y otros, la operación normal de un mercado laboral libre tiende a bajos sueldos y no a buenos sueldos.

Sí, el mercado se auto-regula. Tiende hacia un equilibrio en el cual la oferta coincide con la demanda. Pero normalmente es lo que Keynes llama un equilibrio de bajo nivel. Es un equilibrio que deja a millones sin trabajo, con trabajo precario, o con trabajo mal pagado. La oferta que determina el nivel de empleo no es -Keynes nos ha mostrado- la oferta de mano de obra; quienes necesitan trabajo sobran. Es la oferta de patrones que ofrecen trabajo. La demanda relevante es la demanda de los consumidores que compran los productos. El nivel de empleo no tiene por qué corresponder al número de trabajadores, sean capacitados o no sean capacitados.

En fin, la política educativa se fundamenta en una premisa económica falsa. La pobreza no se puede superar por mejorar la calidad de la educación en el sentido de aumentar la oferta de recursos humanos calificados.

El premio Nóbel de economía de 2008 Paul Krugman en su último libro analiza la serie de crisis económicas actuales desde el punto de vista de la teoría económica. Saca la conclusión que, sea lo que sea el desenlace en la práctica de las crisis actuales, su consecuencia teórica ha sido desmentir el neoliberalismo. En el plano teórico ya nadie puede negar que Keynes tuviera razón. Efectivamente hay un déficit crónico de demanda efectiva. Efectivamente es cierto que la cesantía es normal y no pasajera, que el pleno empleo rara vez ocurre y cuando ocurre es pasajero.

Cesantía y bajos sueldos

Quien dice cesantía dice también bajos sueldos y desigualdad. En condiciones de mercados laborales libres, la amenaza permanente del desempleo debilita el poder de exigir mejores sueldos, y en general deja en condiciones inferiores a quienes tienen que trabajar para poder vivir.

La educación chilena se encuentra pues, supeditada a un proyecto económico, que si bien tiene su cuota de verdad, también tiene su cuota de falsedad. La experiencia histórica reciente ha desmentido en el plano teórico la premisa de la eventual capacidad del mercado laboral para dar trabajo a los graduados.

Bajando de la teoría a la práctica, se estima que en los próximos años habrá 1,2 millones de alumnos en la educación terciaria chilena, entre profesional y técnico. Habría que agregar a esta cifra los cientos de miles que reciben una calificación laboral a nivel secundario, como es el caso de muchos alumnos de Diego Portales y Carlos Condell.

Ya hoy en día menos de la mitad de los graduados consiguen trabajo en la carrera para la cual fueron educados. Ya el colegio de periodistas, entre otros, dice que no hay que formar más periodistas porque ya hay suficientes. Es pura imaginación pensar que los actuales alumnos van a tener la salida laboral que ellos y sus padres quieren y esperan. Es muy probable que muchos no vayan a poder pagar sus préstamos estudiantiles, y es dudoso si los bancos van a poder resistir los niveles de morosidad y cuentas impagas que se avecinan.

En fin una constatación de ciertos hechos básicos de la economía nos enseña la necesidad de un modelo alternativo de educación. No sacamos nada con lamentar la pesadilla que nos rodea si no somos capaces de proponer un camino constructivo cuyo destino es despertar a la realidad y tomar medidas realistas para enfrentar el mundo como es. Las universidades deben cumplir un papel clave para alertar a la ciudadanía a su real situación, y para pensar alternativas factibles.

Dije que para dar contexto a Liceos Prioritarios iba a comentar ciertos hechos básicos de la economía y también ofrecer una interpretación de la época que nos toca vivir. Ofrezco lo siguiente como interpretación de nuestra época. Por el lado negativo, nuestra época se caracteriza por una serie de problemas crónicos que al interior del pensamiento dominante no tienen solución alguna. Por el lado positivo nuestra época se caracteriza por enfocar cada vez más la ética.

Desarrollo social corrige desarrollo económico

Hoy en día para salir de la pesadilla que nos rodea no pensamos tanto en el progreso modernizante que se llama desarrollo, al estilo de Walt Rostow, ni en la lucha de clases al estilo de Lenin, ni en la ingeniería social al estilo de Karl Popper. Lo que más nos atrae es un desarrollo social que complementa y corrige el desarrollo económico. Debe ser un desarrollo social cuyos fundamentos sean no solamente empíricos y teóricos sino también éticos.

Una figura representativa de nuestras esperanzas actuales seria el socio-economista y premio Nobel Amartya Sen, autor intelectual del concepto de “desarrollo humano.” Aquí en Chile tenemos la historia reciente de la propuesta de un sueldo ético, que desembocó en la formación de una comisión presidencial sobre equidad y trabajo cuya tarea fue, según la presidenta Bachelet, fundamentalmente crear un marco ético para la convivencia económica. Al despedirse como presidenta el 10 de marzo, ella dijo que Chile es una gran familia y debe portarse como tal, y que el gran valor que nos guía y nos debe guiar es la solidaridad. Al día siguiente el nuevo presidente dijo desde el pueblo devastado de Constitución, que Chile es una gran familia y debe portarse como tal, y que el gran valor que nos guía y nos debe guiar es la solidaridad. El lenguaje de responsabilidad social y valores humanos hoy está a flor de labios de cada quien.

La educación en el preámbulo de su nueva carta magna, la Ley General de la Educación, tiene todo lo que tú quieres en cuanto a la ética. Los valores humanos deben ser el polo norte de toda actividad educativa.

Es lícito pensar que la tendencia a destacar la ética, tan general en nuestra época, refleje algo cierto, alguna realidad ineludible. Recurrir a la ética en tiempos de crisis pueda reflejar alguna tendencia profunda de la mente humana a pensar lo que hay que pensar para sobrevivir, individual y colectivamente. Es lícito considerar la posibilidad que un nuevo modelo de la economía y un nuevo modelo de la educación, ambos fundados en la ética, podrían abrir pistas de solución a una serie de problemas crónicos que hoy en día aparentemente no tienen solución.

Sostengo sin embargo que la educación en la práctica se guía por una ética profundamente equivocada. Michael Fullan, por ejemplo, acogido por las autoridades máximas de la educación chilena, nos ha dicho que el trabajo del profesor debe ser guiado e inspirado por un profundo compromiso moral. El compromiso debe ser con la justicia. Los niños pobres merecen una educación de la misma calidad que la de los niños ricos. La lucha del profesorado ético debe ser una lucha para conseguir igualdad de oportunidades.

Quiero sugerir que la justicia social pensada como igualdad de oportunidades es un criterio ético equivocado y desastroso. Me referiré a uno de los múltiples problemas aparentemente sin solución que caracterizan la época que nos toca vivir. Me refiero al avance implacable de la narco cultura.

Una hipótesis que surgió de mis entrevistas con alumnos, que lamentablemente no he podido terminar, es que la educación en su forma actual es más una causa que una solución del problema del consumo de drogas entre la juventud. Un estudio anterior hecho por una alumna de post grado de la UCM indicó que la mayoría de los alumnos del liceo Carlos Condell eran consumidores de marihuana. Si Talca ha sufrido la misma evolución que han tenido otras comunas, lo más probable es que hoy en día un porcentaje considerable ya se haya volcado hacia la pasta base.

No se trata de un fenómeno aislado, como si fuera el consumo de pasta base una especie de infección social que se podría tratar con un anti-biótico específico y listo, regresa la salud. El consumo de droga como todos saben suele ser parte de un cuadro que incluye delincuencia, alcohol, violencia doméstica, y en fin todo lo que los neo-durkheimianos llamamos desintegración social.

Se puede decir que la época que nos toca vivir amen de ser una época de problemas sin soluciones es una época de desintegración social. Partiendo de esta frase neo-durkheimiano se puede decir que un nombre general para las soluciones es “integración social.” Hasta los problemas ecológicos requieren para su solución la integración social porque falta cohesión social para enfrentar en forma mancomunada los desafíos que nos plantean las realidades físicas.

Podemos decir que el modelo alternativo de educación que tanto necesitamos tiene que ser una educación para la integración social.

Veo a varios de los jóvenes que me ha tocado conocer, confirmados o sospechosos de ser usuarios de drogas, como los productos de familias desintegradas, vecindarios desintegrados, y un medio social a veces desintegrado, y otras, integrado precisamente en torno a una cultura juvenil, cuyas pautas de conducta prescriben los carretes cuyos temas típicos son sexo, cerveza, baile reggaeton y cumbia, música reggaeton y cumbia, y droga.

¿Y que encuentran los jóvenes en el liceo? Primero, encuentran un refugio donde pueden estar con sus amigos en un ambiente generalmente menos tenso, más ameno, y más seguro que los ambientes de su hogar y vecindario. Segundo, encuentran tareas académicas que no pueden cumplir.

"Factor Escuela"

A veces me preguntan por qué si es cierto que ha sido un error el intento de trabajar “el factor escuela” en abstracción del medio en el cual los alumnos están insertos; si es cierto que hay una incompatibilidad entre la cultura escolar y la cultura del medio que hay que trabajar y no esquivar, entonces ¿por qué el problema de la convivencia y el problema de la falta de motivación de los alumnos no son tan severos a nivel de la educación básica?. ¿Por qué es solamente a nivel del liceo que la incompatibilidad de la cultura de la escuela y la cultura del medio se manifiesta?

(Otra pregunta relevante, que no voy a contestar ahora, es ¿por qué, si hay un choque fundamental entre la cultura de los alumnos vulnerables y la cultura escolar, algunos liceos merecen ser premiados por lograr altos puntajes SIMCE y otros éxitos a pesar de que los profesores trabajan en condiciones de pobreza?. Si algunos liceos lo pueden hacer, ¿por qué no todos? La pregunta merece una respuesta, mejor dicho merece un análisis seguido por una respuesta, pero la respuesta no cabe en mis intenciones de hoy.)

Bueno, primero la relativamente buena motivación y disciplina a nivel de enseñanza básica en los sectores vulnerables es solamente relativa. Se ven los mismos problemas a nivel de la básica, aunque sean en menor grado. Segundo, está todo lo que es la adolescencia. Tercero, lo que significa cambiar desde una enseñanza básica relativamente de tipo familiar, a una enseñanza media con muchos ramos distintos con distintos profesores, y poca integración e identificación con un solo profesor y un solo grupo de compañeros.

He llegado a pensar que hay un cuarto factor. Es que los alumnos no pueden hacer las tareas que requieren el razonamiento formal y abstracto. Teóricamente, según los estudios de Piaget e Inhelder, los adolescentes llegan a una etapa de razonamiento formal. Mi hipótesis es que esto no es el caso con muchos de los alumnos nuestros. Los profesores me cuentan que los alumnos manejan bien lo concreto; lo abstracto no.

Si es cierta mi hipótesis, los alumnos simplemente no pueden comprender los contenidos del currículo oficial en matemáticas, ni en física, ni en determinadas otras partes del currículo oficial. Hay profesores de matemáticas y física que me dicen francamente que no pasan el currículo oficial porque es imposible con los alumnos que tienen. Otros dicen que de alguna manera cumplen el currículo requerido aunque sea con los ajustes necesarios. No he alcanzado a investigar más para determinar con mayor certeza exactamente lo que pasa en el aula en la hora de matemáticas.

Quisiera investigar más mi sospecha que la ya poderosa contra-cultura narco se fortalece aún más por el currículo oficial. El niño que ya siente que sus padres no lo quieren, que el mundo que le rodea en general no lo quiere, se encuentra rechazado una vez más por las matemáticas. No solamente le falta la formación básica necesaria para comprender las materias más avanzadas. No solamente le faltan los valores de clase media que pautean el estudio y el aprendizaje. Le falta –creo, y faltaría más investigación para verificar—el desarrollo intelectual necesario para entrar en el mundo de las relaciones abstractas entre variables. El mundo de gran parte del currículo es un mundo cerrado para él. Necesariamente tiene que vivir en otro mundo que no sea el mundo del currículo oficial. El otro mundo es el mundo de los amigos, del sexo, de la cerveza, de la música y baile reggaeton hasta la madrugada o hasta el amanecer, y de por lo menos marihuana.

El problema no es tan severo a nivel primario en parte porque los profesores y los autores del currículo ya saben que el niño más chico no tiene el desarrollo intelectual que la psicología del desarrollo supone normal para el adolescente. La escuela primaria no presenta a la chica materias que para ella no tengan significado alguno.

Etica de igualdad y oportunidades

Culpo a la ética de igualdad de oportunidades. Por la ética de igualdad de oportunidades la joven tiene que aprender materia que no quiere aprender, que no tiene antecedentes para comprender, y que poco o nada tiene que ver con su vida real. Si fueran hechos mis creencias de que no puede aprenderlo y que es casi imposible motivarlo a estudiarlo, son hechos que el profesor según dicha ética tiene un deber moral de negar. Según dicha ética, la justicia exige que los pobres tengan la misma calidad de educación que los ricos. Calidad significa (aunque todos sabemos que no es cierto) puntajes SIMCE y PSU.

El pobre debe tener una oportunidad igual para entrar en Ingeniería Civil en la U. Católica. Todos sabemos que no va a entrar, a excepción de unos pocos casos milagros vitoreados en la prensa. Pero la justicia requiere que el niño pobre haya tenido la oportunidad. La justicia requiere que si no triunfó en la lucha para conseguir una profesión rentable, fue culpa de él y no culpa del sistema. La ètica de igualdad de oportunidades conduce a una pradoja. El profesor supuestamente tiene el deber de creer que es posible motivar a sus alumnos a comprender secciones cònicas que no significan y no pueden significar absolutamente nada en las vidas de ellos. Supuestamente tiene el deber de creer que es posible hacerles comprender la materia prescrita por un currículo nacional que debe ser igual para todos quienes sean competidores en la selección universitaria y eventualmente competidores en el mercado laboral.

El actual modelo de educación padece pues de graves defectos. Ahora les ruego ayudarme a imaginar otro modelo alternativo, y específicamente que me ayuden a imaginar lo que la experiencia de la U. de Talca con cuatro liceos prioritarios pueda aportar a la confección de otras políticas públicas de educación.

Actual modelo y otro modelo

Otro modelo de educación supone otro modelo de economía, así que una tarea previa debe ser tratar de imaginar lo que podría ser otra economía, no en general y en abstracto, sino a partir de lo que la economía chilena efectivamente ya es hoy en día. Voy a asumir el riesgo de quemar etapas, y el riesgo de anticipar consensos que todavía no han sido consensuados. Me parece que nuestro grupo para repensar la economía ya está poniéndose de acuerdo con la propuesta de Eduardo Cavieres de una “modernización integradora.” Estamos sumándonos a las tendencias internacionales a favor de una socio-economía con bases éticas pero sin recetas universales. Las soluciones son plurales y específicas a los contextos.

Aplicar un modelo socio-economico y plural a la educación significa el fin del currículo único nacional. Significa la educación personalizada. Significa mucho mas autonomía y responsabilidad profesional de parte de los docentes, a fin de que ellos determinen, junto con los padres y los mismos alumnos, cuáles serían las actividades de aprendizaje que más convengan a un alumno determinado en un momento determinado. Define la calidad de la educación de una manera un poco en la onda de la zona de desarrollo próximo de Vygotsky. Educar con calidad es elegir objetivos y actividades apropiados para un determinado alumno en un determinado momento.

La educación tiene que partir de una determinada relación pedagógica aquí y ahora, y no de lo que parezca aconsejable al comité redactor del currículo, ni de lo que parezca aconsejable en general para el país entero desde el quinto piso de Teatinos con Alameda. Si el niño llega a la escuela sin la más mínima auto-disciplina, y sin haber interiorizado valores típicos de una sana clase media, como son querer aprender, querer complacer a los adultos, y resolver los conflictos dialogando y no pegando, entonces la educación tiene que partir con la formación básica de la persona. Las letras y los números valen en la medida en que sirven para formar a una persona disciplinada y responsable. Si en un caso determinado más sirven el deporte y el ballet folclórico para formar a una persona disciplinada y responsable, corresponde a los docentes profesionalmente responsables postergar en cierta medida las letras y los números.

Orientar la educación hacia una economía social y plural significa traer al aula como modelos para los alumnos al gásfiter, quien gana su pan diario por el auto-empleo en forma independiente; significa conocer a quienes son dueños de sus propias herramientas y no necesitan patrones; a la nana quien trabaja en el servicio doméstico; al carabinero y otros quienes trabajan en el sector público; a la microempresaria quien se financia con microcréditos; a los hermanos quienes son los principales trabajadores de un taller mecánico cuyo dueño es su papá; a los socios de las cooperativas; a los minifundistas; a los dueños de pequeños negocios cuyos trabajadores principales son sus propios dueños. El peso relativo del empleo en empresas privadas con fines de lucro no debe ser mayor en la escuela que lo que es en la economía real.

José Luis Coraggio es uno de los gurús de la socio-economía. Dirige los post-grados en economía social de la Universidad Nacional General Sarmiento en Buenos Aires. Suele decir que hemos dado toda clase de facilidades a las empresas privadas con fines de lucro para que hagan inversiones que creen empleo, y sin embargo siguen todavía los elevados niveles de cesantía y empleo precario. Por lo tanto las políticas públicas y los movimientos sociales deben facilitar también otras fuentes de empleo, que no sean empresas, y/o no sean privadas, y/o no sean con fines de lucro.

El pleno empleo cuando lo logremos no será un valor máximo de una variable. Será una sumatoria de los valores de muchas variables.

En el fondo sin embargo los principales problemas no son económicos. La educación no debe tomar como su norte ninguna formula económica, y menos lo que propone como norte formar a técnicos y profesionales excelentes para que Chile compita en los mercados globales. Técnicos y profesionales excelentes ya hay. Los problemas principales son otros. Son la droga, el alcohol, la delincuencia, la incomunicación, la violencia doméstica, la debilidad de la familia en general, la violencia en general, la destrucción del medio ambiente, la cesantía, la desigualdad, la irresponsabilidad, la pobreza. Afirmamos que aunque algunos de estos problemas, como la cesantía y la pobreza, parezcan ser problemas económicos que requieren soluciones económicas, en el fondo las soluciones no se encuentren en ningún capítulo de las ciencias económicas, sino en una ciencia social amplia que incluye y supera las ciencias económicas. Afirmamos que educar para la integración social, recalcando la formación social y emocional, recalcando la formación de personas con sólidos valores, es educar para solucionar los problemas principales del país.

Un mérito del modelo actual de educación es que plantea en principio la educación permanente durante toda la vida. Chile Califica y otras instituciones plantean que todo trabajador debe ser certificado, y que debe actualizar sus conocimientos y destrezas periódicamente. La formación humanística y cultural también debe seguir para todos hasta la tercera edad. La educación permanente es importante también para conseguir el pleno empleo. Quien se encuentre cesante debe ser becado y financiado para estudiar, como ya es el caso en Dinamarca, un país cuyo sistema laboral especialistas chilenos han estudiado. También se alterna el trabajo pagado con el estudio pagado en diversos otros países europeos. Debido a sus riquezas minerales, el cobre pero no solamente el cobre, Chile tiene condiciones para implementar un sistema de subsidios para estudiar similar a los sistemas europeos.

Se sigue del concepto de educación permanente que la educación puede y a menudo debe ser lenta. No hay prisa. Hay que dar tiempo al tiempo. Si la niña llega al kinder o a la escuela con déficit cultural, hay que dar tiempo al tiempo para lograr el nivel de desarrollo personal que otras niñas ya tienen debido a su formación previa hogareña. El sistema escolar debe dejar de ser un tamiz. Debe dejar de ser una carrera competitiva en la cual la tarea no es simplemente aprender sino aprender antes del test, siendo reprobados quienes no aprendieron en el tiempo permitido por el reloj o por el calendario. Si queremos que la educación deje de ser una máquina para reproducir las desigualdades sociales, tenemos que alterar la relación entre tiempo y aprendizaje. Si una alumna determinada no llega al razonamiento formal a las quince años, puede ser que llegue a las veinticinco. Puede ser que llegue a la universidad a las treinta. El que la educación en los liceos con alumnos vulnerables tenga que ser principalmente una educación concreta porque los alumnos no comprenden las abstracciones, esto no significa que jamás dominarán el razonamiento abstracto; tienen todas sus vidas para aprender. Sabemos también que los aprendizajes más importantes, como los son en el lenguaje kohlbergiano las etapas del razonamiento moral, maduran lentamente; uno no pasa de una etapa kohlbergiana a otra en menos de un año y medio.

También sabemos de investigaciones recientes en la psicología del desarrollo moral que los pioneros en este campo como fueron Piaget y Kohlberg recalcaron demasiado sus aspectos intelectuales. La formación de los sentimientos y la inteligencia emocional han resultado ser aún más importantes que las capacidades intelectuales para comprender normas o ponerse en el lugar del otro.

Con mayor razón, pues, destacamos las bellas artes. Nuestros estudios de los alumnos de los cuatro liceos prioritarios de Talca y Curico nos dicen que a los alumnos les interesan la música, el baile, el deporte, y la amistad. En general prefieren el liceo al hogar porque el liceo es un lugar donde puedan pasar con sus amigos. Pero también quieren estudiar para “ser alguien en la vida.” Quieren estudios que les den una calificación laboral. Si combinamos pues, algo concreto, algo que parezca al alumno como un camino a su superación, con potenciar el interés que ya tiene en la sociabilidad y la música, tenemos un currículo a la vez práctico, psicológico, y estético. Podemos seguir el consejo de Chiqui González, quien hizo milagros como secretaria de educación de la municipalidad de Rosario, Argentina. Su consejo es partir siempre de la belleza, porque la gran finalidad de la educación es la ética y la ética es inseparable de la estética. La misma Gabriela Mistral recalcó que cada lección se puede hacer con belleza. Dijo Platón que la belleza prepara el alma para la entrada de la razón recta. La primera educación debe ser canto y baile para ordenar a las voces y movimientos desordenados. Dijo Federico Schiller que el ser humano es un bruto que no se somete a la norma ética si su mente no sea previamente sensibilizada por el arte.

Las escuelas deben contar con trabajadores sociales y otras personas capacitadas para integrar la escuela en la comunidad y la comunidad en la escuela. La cosa no tiene vuelta. La elevación del nivel moral en la escuela y en el medio tiene que ser simultánea. Si no, lo que la escuela hace en el día el medio lo deshace en la noche.

Escuelas con innovaciones

Puedo informar de tres escuelas con innovaciones prometedoras en este sentido. En un liceo prioritario de Limache se dicta un curso especial en la tarde solamente para padres y apoderados de sus mismos alumnos. El curso trata del manejo sanitario de alimentos y conduce a un certificado del Servicio Nacional de Salud que tiene cierto valor como calificación laboral. En el mismo liceo prioritario cobran entre diez y quince mil pesos por semestre a los apoderados para comprar materiales para ciertos ramos técnicos, por ejemplo para el ramo de ayudante en enfermería. Han observado que la asistencia en las reuniones de los subcentros y centros de padres crece enormemente cuando los padres hacen una contribución monetaria.

En el Centro de Educación Integral Alberto Hurtado de Talca se esfuerzan para lograr que los padres sigan cursos vespertinos en el mismo plantel dictados por los mismos profesores que enseñan a sus hijos. Así aportan a la unidad de la familia. El chico que estudia no se perfila como rebelde contra su padre analfabeto porque su padre también estudia. El Colegio Waldorf de Limache mantiene una muy activa “comunidad Waldorf” con actividades educativas para padres, apoderados, y simpatizantes de la escuela, a pesar de que se trata de gente geográficamente dispersa. En este último caso es una filosofía de la educación que mantiene unidos a docentes, alumnos, familias, y simpatizantes.

Pensando en una economía plural, pensando en la educación permanente, pensando en dar tiempo al tiempo, no reprobando a quienes tengan que rellenar vacíos o a quienes aprendan lentamente: --estos tres pensamientos cambian todo. La ética de igualdad de oportunidades ya es menos relevante y la ética de solidaridad más relevante. No tiene tanto sentido intentar llenar las cabezas de todos los pobres con matemáticas para igualar su posibilidad de competir con los ricos en la selección universitaria. Se esfuerza para crear una economia solidaria con cabida para todos quienes necesitan trabjar. Por lo tanto sacrificarse para que todos compitan en condiciones iguales es menos urgente. Todos ganan. Nadie pierde. Puesto que todos o consiguen empleo o son pagados para estudiar si se encuentren cesantes, se dan las condiciones para subir los sueldos y disminuir la desigualdad. Todos tienen oportunidades para mejorar sus destrezas en su oficio y para formarse como personas desde la niñez hacia la tercera edad. Por lo tanto es menos urgente dar garantías que hasta en el barrio más pobre la escuela pública entregue a cada alumno las matemáticas necesarias para competir con los graduados de los colegios del barrio alto para entrar en ingeniería civil en la Universidad Católica.

En esta serie de tanteos a la vez muy larga para aguantar y muy corta para tratar el tema, he aportado varias sugerencias para otra economía y otra educación. Ambas deben ser más acogedores y solidarias, pero no totalmente distintas de lo que ya existe. Las alternativas que hay que confeccionar deben ser no solamente muy deseables sino también muy posibles. He sugerido a cada rato algunas maneras de aprovechar de la experiencia con los liceos prioritarios. He sugerido algunas hipótesis surgidas de dicha experiencia que sería deseable verificar. Sugiero para cerrar un criterio general para ordenar nuestras reflexiones sobre nuestras experiencias con los cuatro liceos prioritarios de la Universidad de Talca: ¿Cómo nos ayudan nuestras experiencias con los Liceos Prioritarios a aportar a la confección colectiva de un modelo alternativo de educación?

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